Aroa Cala: “No podemos dejar que se pierda la saeta”
La cantaora portuense Aroa Cala hace balance de la escuela que se ha desarrollado durante tres meses para que este tradicional cante esté presente en la Semana Santa
Comienza a impartirse el curso de saetas en El Puerto

El Puerto/Esta Semana Santa las saetas han estado muy presentes en las calles de El Puerto, y una de las razonas para ello ha sido la iniciativa puesta en marcha por la cantaora portuense Aroa Cala, que ha impulsado una escuela de saetas que concluyó justamente antes del Viernes de Dolores.
La iniciativa, que se ha puesto en marcha gracias a la colaboración de la Concejalía de Fiestas, se ha desarrollado en la sede de la peña Al Alma, la más joven de la ciudad y que ha acogido a Aroa Cala con los brazos abiertos, desde que las hermanas Cala tuvieran que cerrar su tertulia flamenca de la calle Capillera, a raíz de la epidemia del Covid.
El Puerto ha sido cuna de grandes saeteros pero desde hace algún tiempo se estaba perdiendo la tradición, en parte por la falta de cantera. Ese ha sido el objetivo del curso impartido por Aroa, animar a los aficionados a cantar al paso de las hermandades desde los balcones, algo que se ha logrado de forma muy satisfactoria, dejando emocionantes momentos durante esta Semana Santa.
“El Puerto ha sido siempre muy saetero, pero la saeta se está perdiendo y yo he querido poner mi granito de arena para que esta tradición continúe”, explica la veterana cantaora, que tiene en su currículum premios de todos los concursos de saetas que se organizan en Andalucía.
Nombres como los de Paco ‘El Azotea’, Laynez, Pellicer, Gatica, Carrasco, Esperancita López, Juan Arjona, Matiola, Milagritos Forte, ‘El Demonio’, Antonio Jiménez Salguero ‘El Caneco’ o el Wilo, además de las hermanas Nazaret y Aroa Cala, han destacado en este cante popular en el que se mezclan devoción y tradición.
Entre los alumnos ha habido un poco de todo, desde personas jóvenes a otras de más edad, muchas de ellas procedentes de otros municipios de la Bahía. Aunque empezaron el curso una treintena finalmente han sido 20 alumnos los que lo han completado, todos ellos aficionados al flamenco y algunos de ellos con un nivel avanzado.
Durante la pasada cuaresma se han llevado a cabo además varias exaltaciones, organizadas por las diferentes peñas locales, lo que ha dado pie también a mostrar parte de lo aprendido. “Ha habido algunos alumnos avanzados que buscaban perfeccionar el estilo, y otros aprendices principiantes que tenían un don escondido”, explica Aroa, que se muestra orgullosa de la evolución de sus alumnos.
El objetivo es poder continuar con la iniciativa de cada al próximo año, para que la afición arraigue y los nuevos cantaores se afiancen.
La propia Aroa Cala ha estado viajando en Semana Santa por toda Andalucía, donde en ciudades como Sevilla, Córdoba, Málaga o Granada hay una larga tradición de saetas.
Durante las clases también se han impartido nociones históricas de este cante, al tiempo que se educaba la voz. “En la zona de Cádiz la saeta tiene más riqueza musical”, explica Aroa, aunque como dice “me gusta beber de muchas fuentes y hemos aprendido también la vertiente más clásica. “En estos meses hemos sido como una familia”, explica Aroa, que a sus 46 años sigue teniendo tanta afición al flamenco como la que viene demostrando desde que era una niña, haciendo de este arte su profesión.
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