Al Alma, un nombre con gran significado: Álvaro Martínez, un ejemplo para sus hermanos, familiares y amigos, nervioso al hablar del recuerdo de su hermano, que es el orgullo de la organización cultural flamenca. Arropado por la familia directa y la más importante, la familia de socios y amigos inmediatos allegados a la peña.

Álvaro falleció de cáncer, tocaba la guitarra y bastante bien por los premios que alcanzó en su palmarés y fue también componente del aquel coro de las Tomasas.

Una razón más al margen que la peña fuera la realidad hecha en nombre de él. Van interviniendo en recuerdos póstumos los familiares directos.

Todos tienen buenos recuerdos y de ellos el verdadero sueño hecho realidad que es la peña Al Alma, una peña joven que está en  continuo aprendizaje de su también familia, las peñas portuenses de El Nitri y El Chumi.

Su aportación es contribuir al lanzamiento de la juventud flamenca portuense y de la provincia, algo que en este primer año han sabido hacer y este comentarista da fe de ello.

Sube Aroa Cala que interpreta unas sevillanas dedicadas al recuerdo de Álvaro Martínez, el  homenajeado del acto, en su broche artístico y emotivo.

Resaltar que de la pena de una fatídica enfermedad  que se lo llevara en su juventud, esa ilusión de tres hermanos ahora se hace una realidad en homenaje del que se fue y siempre estará presente en el alma de la peña,  y  en un futuro muy cercano en el festival de otoño Álvaro Martínez.

Terminando el acto se hizo entrega de placas conmemorativas  entre peñas y un fin de fiesta de los artistas portuenses que quisieron participar en el homenaje.

La fiesta se prolongó después en petit comité hasta bien entrada la noche, donde también pude participar y disfrutar.

Así lo viví, sentí y quisiera transmitir.