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Crítica de teatro

Teatro en El Puerto: "La rebelión de las kellys"

Una escena de 'Las que limpian', en el escenario del teatro Pedro Muñoz Seca.

Una escena de 'Las que limpian', en el escenario del teatro Pedro Muñoz Seca. / J.A.

Las que limpian (***)Compañía: A Panadaría Texto y dirección:  Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman.Lugar: Teatro Municipal Pedro Muñoz Seca de El Puerto de Santa María.Día: Viernes 27 de Octubre de 2023Aforo: Lleno.Reparto: Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman-Escenografía: Beatriz de VegaIluminación: Del RuizCaracterización y vestuario: Esther QuintasMúsica original: Ailén Kendelman

Comenzó la Temporada Teatral de Otoño en el teatro municipal Pedro Muñoz Seca y lo ha hecho con una obra destinada a que el espectador lo pase bien, se divierta y de  paso, reflexione sobre una situación laboral que afecta a un amplio sector de trabajadores, principalmente mujeres, cuyo trabajo pasa generalmente desapercibido  a pesar de ser necesario e imprescindible en el mundo de la hostelería. En los miles y  miles de establecimientos del sector, y no me refiero solo al mundo del turismo, sino  también al de los representantes comerciales que recorren el país de punta a punta y que cada mañana abandonan su habitación, como los turistas o viajeros en  general, para que el servicio del hotel la limpie, cambie las sábanas de las camas,  sustituya las toallas usadas por otras limpias y ventile la habitación para que nuevos cliente encuentren un alojamiento limpio y confortable.

Las que se ocupan de que esto funcione bien son las mujeres de la limpieza que alguien con ingenio bautizó con el nombre de 'Kellys', (las que limpian).

Sobre estas trabajadoras trata la obra que acabamos de ver, obra llena de ingenio y  frescura en la que las tres protagonistas no dejan de sorprendernos con un diálogo  continuo con el público al que convierten en el cuarto personaje de la función. 

Ellas son Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, fundadoras de esta compañía  gallega, autoras, directoras y actrices del espectáculo. En este nuevo  montaje siguen la línea de trabajo de la compañía, basado en el aprovechamiento del cuerpo y la voz de las actrices, dando lugar a una teatralidad basada en lo lúdico, en lo  divertido, con el apoyo de una música vocal y una óptica claramente feminista. Una  pieza que une varios hechos reales para unirlos en una sola historia de ficción en  la que veremos muchas de las lacras que lastran nuestro país: la corrupción, el machismo, la desigualdad, el abuso de poder, los contratos precarios.

Un texto desbordante de ironía, de crítica social, de lucha feminista y de la “retranca”  gallega con lo que consiguen crear un texto cargado de dobles intenciones y poniéndola en pie, rompiendo todos los cánones convencionales, e interpretarlo saltándose todas las reglas. 

La historia se sitúa en un lujoso hotel de la costa gallega en el que conoceremos a las que limpian. En una peculiar entrevista de trabajo para el puesto de camarera de piso,  conocemos de primera mano los pormenores del cargo. Pero además de una  divertida experiencia, la obra nos pone frente a la lucha organizada de las camareras de piso de los hoteles por conseguir unos derechos laborales y sociales justos. Frente a ellas, vemos también la avaricia de los propietarios de las cadenas hoteleras.

El trabajo que hacen las tres actrices es muy bueno, capaces de intercambiarse pelucas, bigotes o calvas para ir rotando en los distintos personajes. Pero además transmiten esa energía al patio de butacas, en una continua ruptura de la cuarta pared  en la que el público participa con entusiasmo. Además de las divertidísimas interpretaciones, las tres cantan, bailan e incluso se atreven con un himno reivindicativo a modo de batucada que resulta muy ingenioso. Todo parece  una continua improvisación, pero todo está medido a la perfección, esa es parte de la puesta en escena, en la que nunca sabes lo que va a ocurrir. Tres actrices que dan vida a muchos personajes y una increíble facilidad para mezclarlo todo y que resulte  cómico.

No es fácil que el público acepte esos intercambios de personajes, pero con la  naturalidad con que lo hacen ellas todo funciona y el público lo aprecia con agrado.Todo ocurre en un espacio inicialmente vacío. La escenografía creada por Beatriz Vega se va enriqueciendo con los elementos que introducen las actrices. Este espacio  cambiante se acompaña de la iluminación diseñada por Del Ruiz, que juega con las  luces para enriquecer el tono de cada una de las escenas. La composición musical de  los temas que interpretan las actrices son obra de Alien Kendelsan y no podemos dejar  de mencionar la gran labor de Esther Quintas, responsable del vestuario y la  caracterización.

Una noche, en suma, de buen teatro, efímero pero convincente para un público que va al teatro a pasar dos horas divertidas y entretenidas.

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