Tal y como se había anunciado a finales de la semana pasada, ayer lunes se retomaron los trabajos en el aparcamiento de Pozos Dulces, a la entrada de la ciudad, tras el acuerdo alcanzado para que este próximo jueves la empresa municipal Impulsa El Puerto salga del accionariado de Impulsa Aparca, dejando entrada a un inversor privado que deberá aportar los cinco millones de euros que faltan para la conclusión de la obra.

Al margen de las críticas lanzadas en estos días por formaciones como Adelante El Puerto, que considera esta operación “una estafa”, o Levantemos El Puerto, que también ha lamentado lo que considera una operación ruinosa para la ciudad, lo cierto es que ayer los vecinos y comerciantes de la zona de Pozos Dulces consultados por este periódico veían con esperanza la culminación de los trabajos, no en vano llevan ya seis años con la entrada de sus negocios levantada y sobreviviendo a duras penas a una situación que hace ya mucho tiempo que es insostenible.

Es verdad que la presencia de operarios de Gyocivil en las obras fue ayer casi testimonial, más bien simbólica, con dos o tres personas realizando tareas de mediciones, sobre todo, aunque también llegaron varios camiones que depositaron arena sobre la cubierta, ya que será esta parte de la obra en la que se vean más avances en los próximos días.

Se prevé que en la jornada de hoy martes llegue también alguna máquina, de manera que la sensación de que las obras se han retomado será mayor en los próximos días.

Como anunció la pasada semana el alcalde, Germán Beardo, será este jueves, 31 de octubre, cuando se celebre el Consejo de Administración de Impulsa El Puerto en el que se acuerde la salida de la empresa municipal del proyecto, aunque de cara al futuro se prevé que la sociedad se ocupe de la gestión del nuevo aparcamiento.

No se prevé que en el transcurso del consejo haya sorpresas, ya que el gobierno local cuenta con mayoría. De momento se han pronunciado sobre el asunto Adelante El Puerto -que ha sido muy crítico con esta privatización-, y el líder de Unión Portuense, Javier Botella, que apoya esta salida como el mal menor.

No han dado su opinión al respecto ni el PSOE ni Vox, aunque los socialistas tuvieron sobre la mesa esta misma solución cuando aún estaban en el gobierno y la vieron con buenos ojos, si bien después las presiones de sus entonces socios de gobierno de Izquierda Unida hicieron que no se llegara a materializar.