La calle Cielo, una de las principales vías de entrada al casco urbano de El Puerto de Santa María, ha podido finalmente reabrir al tráfico en la mañana de este lunes, después de que hayan finalizado en la parroquia de San Joaquín, situada en dicha calle, frente a la esquina con Caldevilla, las obras para instalar el andamiaje con el que se procederá a realizar los arreglos necesarios en dicho edificio religioso.

La calle llevaba cerrada al tráfico rodado y parcialmente a los peatones desde el pasado 13 de mayo, después de que el desprendimiento de cascotes y en especial la caída de algunas tejas de la cubierta de la iglesia obligaran a acordonar la acera del templo y la calzada, procediendo al corte de esta vía pública, por motivos de seguridad, ante el riesgo de nuevos desprendimientos desde la zona de la cubierta de la parroquia, situada a una considerable altura.

La instalación de los andamios sobre la fachada principal del edificio se ha realizado en estos últimos días, completándose con ello la primera fase de la intervención, cuyo objetivo era fijar la estructura metálica para que los operarios puedan trabajar e instalar una malla protectora para asegurar la fachada y las cubiertas y poder reabrir la calle Cielo. La intervención, impulsada por la propia parroquia en base a un  proyecto de obras encargado por el Obispado de Asidonia-Jerez, ha permitido finalmente recuperar el tránsito seguro del tráfico rodado, con lo que el área de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento ha anunciado la reapertura, después algo más de tres meses.

Una imagen de la estructura instalada para el arreglo de las cubiertas y otros elementos de la iglesia.

El próximo paso, según ha explicado el párroco de San Joaquín, Juan Félix, será la instalación de una nueva cubierta de tejas en el monumental edificio, para lo cual habrá que retirar la cubierta antigua para colocar el nuevo tejado, también en la zona del patio. En principio, no será necesario cambiar otros elementos de la cubierta del edificio más que las tejas, cuya disposición es a dos aguas, como suele ser habitual, ya que no se han detectado daños estructurales, aunque para la ejecución de las obras será necesario el andamio de grandes dimensiones.

Mientras dure la intervención no se podrá transitar por la acera de la iglesia, que ha quedado  completamente cerrada, por lo que los peatones deberán circular por la acera que está libre frente al templo. Las obras de sustitución de los tejados se extenderán hasta finales de octubre, ya que la licencia de obras es de dos meses completos y otras dos quincenas adicionales en caso necesario. El coste de la intervención será asumido por la parroquia, que tiene previsto realizar diferentes actividades para conseguir fondos.

Además de la reposición de toda la zona del tejado las obras contemplan otras mejoras, como el pintado exterior del edificio o facilitar la accesibilidad por la puerta principal, convirtiendo en cuatro escalones de menor altura los tres escalones actuales.   

Durante el tiempo en que se extiendan las obras, no se podrá hacer uso de la iglesia con normalidad, especialmente en la nave principal del templo. Hasta la fecha, algunos actos religiosos se han venido celebrando en el salón parroquial del templo y otra parte de la actividad se ha trasladado a la iglesia del convento del Espíritu Santo.