Si a la una y media de la tarde ya hay familias y grupos de amigos sentados en las mesas de las casetas y el tráfico de acceso a Las Banderas va camino de ser un suplicio, eso es buena señal. Ayer, estas máximas se tornaron en realidades y, por fin, El Puerto pudo disfrutar de un día grande de Feria.

Y eso solo fue el principio. A las cuatro de la tarde, eran pocas las casetas que no tenían su aforo completamente lleno o había que recurrir a algo más que la paciencia para acceder al recinto ferial. Los buenos presagios se confirmaban y la normalidad, entendida como un día de mucho público en Las Banderas, llegó a esta fiesta que sufrió un injusto revés en la jornada lluviosa del sábado. El Puerto se reencontró con su fiesta grande y Las Banderas volvió a hacerse pequeña ante tanto público deseoso de disfrutar. Y, puesto que nada debía fastidiar esta jornada, el calor tampoco se ensañó en demasía con una celebración que ayuda a evadirse, al menos durante unos días, de los problemas y de la rutina de cada día. Así, de los dos primeros días con una afluencia de público aceptable, aunque tardía, se pasó a un tercero desolador que no fue a peor gracias a la mejoría en las últimas horas de la tarde. Pero, la de ayer bien vale la socorrida expresión de 'Las Banderas hasta la bandera'. De hecho, era difícil coger mesa en cualquiera de las casetas y a los camareros se les acumulaba el trabajo ante tanto cliente. Al menos, el día de ayer ayudará a dar un buen empujón a la cuenta de resultados.

Sin embargo, la lluvia del pasado sábado dejó un problema que se fue solventando, no con cierta lentitud, a lo largo de la tarde. Debido a las fuertes precipitaciones, las bolsas de aparcamiento eran puro barro desde el sábado por lo que no pudieron ser utilizadas (de hecho el sábado solo abrió la de la Joy Sherry y la del campo de golf). Ayer la situación mejoró algo aunque en algunos espacios se tuvieron que reducir las zonas de estacionamiento ya que se corría el riesgo de que el vehículo quedara inmovilizado. Esto provocó, sobre todo a primeras horas de la tarde, que las retenciones de tráfico para acceder a Las Banderas fueran aún mayores que las habituales en los fines de semana de Feria.

Además, y siguiendo con la tónica de la gran afluencia de público, se pudieron ver las primeras largas en la Plaza de Toros para coger el autobús con destino a Las Banderas. Y lo mismo ocurrió con la de la parada de taxis en lugares como la plaza de La Noria. Otra muestra más de que El Puerto se volcó ayer con su Feria. Y, para certificar el reencuentro con la fiesta, también fueron numerosos los caballistas y enganches que se lucieron por el recinto.

Mientras tanto, desde el Ayuntamiento se asegura que no se están produciendo incidentes de gravedad durante la fiesta. No obstante se apunta que al cierre de las casetas en la madrugada del domingo se produjo algún que otro altercado aunque "sin consecuencias mayores", según un comunicado remitido por la Policía Local. Asimismo, se interpusieron ante la Policía Nacional varias denuncias por hurtos y sustracciones en el recinto ferial y se realizaron tres detenciones por atentado y resistencia a agentes de este cuerpo.

Por lo demás, en la jornada de ayer la asociación Amigos de los Patios entregó los galardones de la fiesta celebrada semanas atrás. Los premiados fueron la vivienda de Ganado, 88 (primer premio); San Sebastián 34 (segundo); y Vicario, 20 (tercero). Además, el Partido Popular entregó un galardón a la presidenta de la Asociación de Vecinos Los Milagros, Mercedes García, un acto en el que estuvo presente el secretario regional de la formación, Antonio Sanz.

Hoy, fiesta local, será el último día de Feria donde se entregarán los premios del concurso de casetas y del paseo de caballos y de enganches. Ya por la noche se pondrá fin a la celebración con el tradicional castillo de fuegos artificiales.