
Estado actual en el que se encuentra el patio del bloque situado entre Dionisio Pérez y la parte trasera del palacio de Purullena, en Durango, donde los vecinos han llegado a contar más de 50 gatos.
Lo que sí es indiscutible es el problema que están causando estas colonias de animales tanto a los vecinos, como a los propios integrantes de la protectora. En el caso de los residentes de la barriada de Durango, quienes tienen que convivir con una colonia de gatos en su propio patio (a espaldas del palacio de Purullena), la situación de suciedad e insalubridad es insoportable. En el caso de los propios voluntarios, quienes invierten su dinero y tiempo libre en solucionar el problema (incluso muchos están pagando de su propio bolsillo la castración de estos animales), llegan incluso a enfrentarse a multas por el cuidado de los animales. Según defiende este colectivo la solución no es dejar de dar de comer a los animales, sino castrarlos y controlar su nacimiento. Y eso sin hablar del propio conflicto que en ciertas ocasiones se desencadena entre ambas partes, siendo en ciertos casos necesaria la intervención de la Policía.

Los voluntarios son partidarios de seguir alimentando a los gatos y controlar la situación a través de la castración.
"Desde PACMA pedimos al Consistorio portuense que agilice la tramitación tanto del convenio de colaboración, como de la subvención y de los carnets de voluntarios. Cuanto más se tarde más crecerán las camadas de gatos, perdiendo la oportunidad de que la subvención sea utilizada para castrar y controlar la no proliferación de más animales además de poder seguir alimentando a las colonias ya establecidas".
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