Once meses navegando alrededor del mundo

Once barcos navegando a vela once meses alrededor del mundo. Se trata de la Clipper Race, la vuelta mundial a vela que partió desde el puerto británico de Portsmouth el pasado 3 de septiembre y que esta semana ha hecho escala en Puerto Sherry, en la que será su única parada en un puerto español antes de seguir su andadura hasta la siguiente etapa, con salida desde la localidad uruguaya de Punta del Este.

Con motivo de esta parada de los participantes en El Puerto de Santa María el puerto deportivo Puerto Sherry ha organizado este miércoles una jornada de puertas abiertas y un encuentro con medios de comunicación, para conocer de primera mano cómo es la vida a bordo de estos veleros durante una travesía tan dura como fascinante.

Las tripulaciones de las once embarcaciones aprovechaban para disfrutar de su parada en El Puerto, donde en la noche del martes participaron en una cena y donde han podido probar las excelencias de la tierra.

Uno de los nueve participantes españoles en la regata, el cordobés Víctor Guerrero, que forma parte de la tripulación fletada por el Yatch Club Punta del Este, relataba a los periodistas algunas de sus vivencias en esta primera etapa, en la que como decía “ha habido de todo: viento de cola, viento en contra, lluvia, olas y falta de viento... lo mismo que se van a encontrar ahora al atravesar el Atlántico. Pero todo compensa cuando uno es un enamorado del mar y tiene un espíritu aventurero.

En los veleros conviven once personas durante la travesía y eso obliga a cuidar mucho la convivencia.

La mayoría de los participantes en la regata no son navegantes profesionales y proceden de diferentes campos. Durante cuatro meses tienen que pasar un duro entrenamiento para poder enrolarse a una de estas tripulaciones, algunos de cuyos participantes hacen la travesía completa de un año y otros solo algunas etapas.

Los once barcos participantes cuentan con un patrón profesional, un primer oficial y una tripulación amateur, que recorrerán juntos 40.000 millas visitando seis continentes en once meses y ocho etapas.

La sexta etapa, a través del Pacífico, será la más complicada y como explica Víctor “todos los tripulantes hacemos de todo porque el timón hay que levarlo 24 horas y nos vamos turnando en las diferentes tareas.

Este cordobés explica que la Clipper Race es “una regata extraordinaria para gente ordinaria”, y en su caso él es un ejecutivo de una empresa de telecomunicaciones que ha decidido aparcar su vida durante casi un año para embarcarse en esta aventura, que de momento está siendo enriquecedora.

Mientras los periodistas visitamos los barcos en el puerto cada miembro del equipo se afana en su tarea, como ocurre con Vicky, una escocesa encargada del avituallamiento de los barcos. Vicky batalla acalorada con decenas de tarros de conservas que irán a la bodega de cada barco, con la mayoría de las provisiones adquiridas en el Reino Unido antes de la partida de la regata, aunque en cada puerto se van añadiendo los materiales y materias primas que hacen falta para la siguiente etapa.

Dividida en ocho etapas y 14 regatas individuales, la Clipper Race acaba de cubrir la primera parte de la etapa que concluirá en Uruguay, para desde allí continuar hasta Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en su segunda etapa; siguiendo hasta Fremantle (Australia) en la tercera, la cuarta hasta Airlie Beach, también en Australia; la quinta hasta  Zhuhai (China); la sexta etapa hasta Seattle (Estados Unidos); la séptima hasta Washington a través del Canal de Panamá y la octava con regreso a Portsmouth.

Los aficionados a la vela tienen estos días la oportunidad de ver de cerca estas embarcaciones.

La Vuelta al Mundo a Vela Clipper fue fundada en 1996 por Sir Robin Knox-Johnston, la primera persona que dio la vuelta al mundo a vela en solitario y sin escalas, en 1968-69. Se trata del el único evento de este tipo en el que se forma a personas de todo tipo para que se conviertan en regatistas oceánicos.