El Puerto

Joaquín María Peñuela de la Cobiella, jesuita y asiriólogo

  • Nacido en 1902, fue un alumno brillante y destacó en la investigación de las inscripciones de origen asirio

Joaquín María Peñuela de la Cobiella nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) el 11 de enero de 1902. Era el primogénito de los siete hijos que tuvieron Joaquín Peñuela Padilla y Concepción de la Cobiella Bocarando. Puede que Joaquín María Peñuela hiciera los estudios primarios en el jerezano colegio de San Joaquín, pues su padre había sido director allí desde 1900 hasta 1907, cuando ganó la plaza de profesor numerario de Caligrafía en el Instituto General y Técnico de Jerez. Precisamente en el Instituto de su ciudad natal se matriculará el niño Joaquín María en 1911 para cursar -conforme al plan Bugallal de 1903- el primer año de bachillerato. Descuella pronto académicamente y obtiene sendos sobresalientes con derecho a matrícula de honor en tres asignaturas: Caligrafía, Lengua Castellana y Nociones de Aritmética y Geometría. Le va a la zaga su compañero Horacio Bel Baena, futuro catedrático de Ciencias Naturales y director del Instituto, que logra dos matrículas.

El fallecimiento de Joaquín Peñuela Padilla el 29 de septiembre de 1912 -a los 34 años, víctima de rápida dolencia- debió de influir en el hecho de que su hijo Joaquín María dejara de ser alumno de la enseñanza pública oficial para ingresar en el internado jesuita de El Puerto de Santa María, posiblemente con el curso ya empezado. Fundado en 1864, el colegio de San Luis Gonzaga iba a cumplir pronto su medio siglo de historia. El padre Rodolfo Velasco (1868-1940) está en este año académico 1912-1913 al frente de una comunidad de 30 jesuitas, que atienden a 202 alumnos (167 de ellos internos). En junio de 1913, el tribunal examinador del Instituto de Jerez otorgará a Peñuela nota de sobresaliente en las cuatro asignaturas de 2.º de bachillerato y matrícula en dos de ellas (Latín y Aritmética), "no dejando [el alumno] por esto abandonados sus estudios de piano", como destacó el periódico El Guadalete.

En el curso siguiente -1913-1914- Joaquín María Peñuela tendrá como compañeros de la clase de 3.º de bachillerato, entre otros, a los sevillanos Manuel Halcón, Jesús Pabón y Francisco Javier Sánchez-Dalp -que alcanzarán renombre como novelista, historiador y artista, respectivamente- y también a su paisano Julián Pemartín Sanjuán, futuro escritor y político falangista. En la solemne distribución de premios que tiene lugar en el colegio el domingo 7 de junio de 1914, Joaquín María -ya calificado con sobresaliente en todas las asignaturas- recibe dos primeros premios (Latín y Francés), dos segundos premios (Historia de España y Doctrina Cristiana) y un accésit (Geometría). Ese mismo día obtiene tres accésits el poeta Rafael Alberti, entonces alumno externo de 1.º de bachillerato. Peñuela validará oficialmente sus calificaciones ante el tribunal del Instituto de Jerez, alcanzando matrícula de honor en cuatro de las cinco asignaturas de las que se examina.

En la edición del periódico católico El Eco Portuense de 3 de diciembre de 1914 aparecen unos "Sonetos a la Virgen" de Joaquín María Peñuela, sugeridos seguramente por su profesor de Preceptiva Literaria, el padre Alberto Risco. Tres días después, durante un acto escolar en memoria del papa Pío X, encarnará Peñuela a un personaje de "Una venganza de Sarto", obra original del padre Risco con música del profesor del centro D. Eleuterio Legarra. La comisión de catedráticos del Instituto jerezano que al terminar el curso 1914-1915 examina en el colegio a Joaquín María de las asignaturas de 4.º año, le concede matrícula de honor en Preceptiva, Historia Universal y Francés. En la distribución final -8 de junio de 1915- obtiene Peñuela primer premio de aprovechamiento en cada una de las materias citadas, así como sendos segundos premios en Dibujo y en Álgebra y Trigonometría. Muy galardonado ese día fue el alumno de 1.º de bachillerato Pedro Pérez Clotet, otro de los poetas del colegio.

El 20 de septiembre de 1915 toma posesión como nuevo rector del colegio de San Luis Gonzaga el padre Raimundo Zamarripa (1868-1953). Ingresan ahora dos alumnos que habrían de saltar a la fama: el letrista sevillano Rafael de León y el general comunista portuense Juan Modesto Guilloto, en instrucción primaria y en 1.º de bachillerato, respectivamente. Es en este curso 1915-1916 cuando debemos enmarcar el relato de Manuel Halcón 'El pecado insepulto' (1959), en el que descubrimos a los discípulos del padre Plácido Hurtado -entre ellos "tres P señeras" (Peñuela, Pabón y Pemartín)- castigados de rodillas en el patio central por hacerse los dormidos en la clase de Física.

Joaquín María Peñuela era entonces uno de los subrigadieres del colegio, dignidad que había recibido de manos del padre prefecto, José Carretero, en la proclamación del primer trimestre. Su brillante palmarés académico se enriquece con las cinco matrículas de honor -en todas las asignaturas de 5.º año- que le otorga el tribunal del Instituto. Además, el colegio le distingue con un premio de excelencia (conducta), más cuatro primeros premios y un segundo premio de aprovechamiento (siendo superado en Dibujo por Sánchez-Dalp).

Llegamos al curso 1916-1917, cuando asume el rectorado el jesuita burgalés Martín Mendoza (1867-1933). Joaquín María Peñuela va a ser elegido ahora prefecto de la Congregación de San Luis Gonzaga, cuyo director era el padre espiritual Salustiano Legórburu. También alcanza, "por su intachable conducta", la suprema dignidad de príncipe del colegio. Tras realizar los exámenes oficiales del último año de bachillerato, Peñuela se hizo acreedor de cuatro matrículas (Ética, Historia Natural, Agricultura y Religión) y un sobresaliente (Química). Finaliza a la vez en Cádiz la carrera de piano con la máxima calificación. Ya bachiller, el joven Joaquín María ingresa el 23 de junio de 1917 en el noviciado de la Compañía de Jesús de Cartuja (Granada). Se ordenará sacerdote -probablemente en Oña (Burgos)- el 29 de julio de 1931.

Pionero de los estudios asiriológicos en España

Doctor en Filosofía y Teología por la Universidad Gregoriana de Roma, el padre Joaquín María Peñuela perfecciona en el Pontificio Instituto Bíblico y en la estatal Scuola Orientale de la Università degli Studi de Roma (1933-1934) los estudios de lenguas semíticas que había iniciado privadamente. Durante los seis años posteriores prepara en la Universidad de Berlín su doctorado en Filología Oriental y toma contacto con eminentes asiriólogos alemanes. Tras leer la tesis en 1941, enseña Instituciones y Cultura Árabes en la Universidad de Granada y da -por primera vez en España- un cursillo monográfico sobre Lengua y Literatura Acadias. En 1945, ya en posesión de un tercer doctorado (de contenido asiriológico, por la Universidad de Madrid), es nombrado jefe de la Sección del Oriente Próximo del Instituto Arias Montano (CSIC), en cuya revista -Sefarad- publica numerosos artículos. Con la beca que le concede el Ministerio de Asuntos Exteriores realiza una estancia en Londres (1947-1949) para investigar las inscripciones asirias de Salmanasar III en el Museo Británico. En 1959 logra introducir los estudios asiriológicos en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, donde será profesor de su especialidad nueve años. Este "hombre bondadoso, más bien tímido, trabajador concienzudo e infatigable", como le describió su discípulo Ángel R. Garrido, fallecerá en Madrid el 5 de noviembre de 1969, a los 67 años de edad y 52 en la Compañía de Jesús.

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