Al baile Jonatán Lande Doval y Lourdes Borrego. Al cante Moisés Campos, al toque Jesule del Puerto. Acompañamiento al jaleo, Jessica, Carmen, Víctor Raposo y José Leiva.

Una imagen del espectáculo de Lourdes Borrego y Jonathan Lande en la peña Al alma.

Noche de sábado, ambiente generalmente joven, lleno hasta la bandera, en los bodegones de la Plaza de Toros. Jesule afina la guitarra con unas magnífica interpretación por bulerías, de cosecha propia, en toque al estilo de Jerez, lo conoce, lo domina y lo demuestra.

Salen al escenario el elenco de compañeros arropando a los bailaores, sus compañeras de la academia Las milongas y los profesores portuenses Víctor Raposo y Jesús Leiva. 

Suenan los acordes de Alegrías de Cádiz. Moisés Campos, con voz bronca, agitanada y afillada. "afillá": toma como modelo la del cantaor gitano Antonio Ortega, conocido como Fillo. Es una voz con matices graves y opacos.

Sale la pareja conjuntamente bailando, sobresaliendo el compás de los taconeos en conjunto, dos estilos y a la vez tan diferentes al unísono de las Alegrías.

El público de pie entusiasmado, la noche promete.

Moisés interpreta un ramillete de bulerías por copla, terminando el repertorio con su pataíta por bulerías..

Tangos: se presenta Jonatán muy flamenco, adornado su vestimenta con delantal que lo utilizará en su baile, suenan tangos lentos y pausados de Triana y más ligeros de Cádiz.

Sube Lourdes, soleá por bulerías, transmite un baile elegante de brazos y movimiento femenino, domina las medidas del baile, terminando por bulerías.

Moisés anima al compás de Jerez, suena el fin de fiesta, sale Víctor Raposo, baile de compás y remates característicos propios de él, sale Carmen, es la gitanería del baile, así sucesivamente todos los acompañantes, José Leiva, Jessica, todos terminaron y sabiendo que esa noche era de los protagonistas: Lourdes y Jonatan, despidiéndose todos con un buen baile de arte y armonía de compás.

La peña El alma es una peña Joven, pero sabiendo hacer las cosas, destacando el trato que ofrece.

Domingo tarde, almuerzo flamenco, al cante Rocío Corzo y al toque Miguel Salado.

Cantaora portuense nacida en el Barrio Alto, Durango y él de Jerez. Detalla Tolo, el presidente de la asociación, que hacía tres años que no actuaba en la peña, con el compromiso de traerla más habitualmente. Sale Rocío y agradece a todo el mundo su presencia en el acto.

Alegrías comienzan melódicamente en los medios del cante, voz grave de mujer con juego de los agudos, canta por los acordes de Utrera, combinando por los altos de Cádiz, cantando por la pureza característica terminando con los trabalenguas (tiribundis), con un repertorio de soleá, Fandangos y bulerías finalizando su primera parte.

Comienza su segunda intervención, con una letra compuesta por Paco Cepero, por copla y por bulería, domina la puesta en escena, cantando y bailando en el escenario, sintiéndose a gusto, adueñándose de él, terminando con su buen hacer de una pataíta por bulerías. Sigue por tientos tangos, seguiriyas, bulerías por soleá, finalizando por los más genuinos del repertorio de bulerías, con todo su poderío, con letras aludiendo al Puerto de Santa María.

Va intercambiando en cada cante dedicatorio a familiares directos y a socios de la peña, con aprecio, a Tolo, su señora y a José Carrasco, socio fundador que tuvo la delicadeza de sentarse acompañándome e intercambiando palabras como buen aficionado y baúl de sabiduría, presenciando como escribía alrededor de media docena de fandangos que le obsequiara a la cantaora.

Así lo viví y quiero transmitir.