La presencia de Vanesa Martín sobre el escenario es siempre garantía de sentimientos y emociones a flor de piel. Así volvió a ocurrir en la noche del viernes en la Plaza de Toros de El Puerto, dentro de la programación del Cabaret Festival.

La artista malagueña entraba en el escenario a las diez y diez de la noche, con una chaqueta naranja, pantalones estampados y gafas de sol y tras una cuenta atrás  que se paró en el siete, siete veces siete, el último disco de Vanesa Martín.

El número siete estuvo muy presente durante todo el concierto.

Con Inventas abrió fuego la cantautora, acompañada por seis músicos sobre el escenario y un potente sonido. Tras interpretar Llueven las luces la artista se dirigía al público: "Muy buenas noches, qué maravilla, que ganas tenía de estar esta noche con vosotros. Que las canciones se mezclen con vuestros sueños", dijo la artista, invitando a su auditorio a dejarse llevar por la letra de sus composiciones.

Te has perdido quien soy llegaba después, con la autora a la guitarra y con una Vanesa cuya voz siempre emociona y que en directo da un nuevo giro a sus canciones, una vuelta de tuerca que las hace aún más intensas.

De tos ojos dejaba paso a Complicidad y tras ella llegaba Despedida y cierre. El público que llenaba la Plaza, aunque sin agobios, disfrutaba de lo lindo cantando y dejándose llevar.

Ya sin gafas de sol Vanesa contó que siempre que ha venido a El Puerto se ha llevado momentos felices, y precisamente de este viaje se lleva otro al haber conseguido unir en Aponiente a dos amigos, Joaquín Sabina, de vacaciones en su casa de Rota, y el chef Ángel León. "En la vida te encuentras a gente que te entiende con una mirada y se emociona con una canción en la cocina", reflexionó sobre la amistad.

La artista malagueña, en otro momento del concierto.

Vanesa estaba contenta y regaló al público un adelanto de su próximo disco, que saldrá en noviembre,  dejando libertad al público para grabar la canción pero sin subirla a las redes sociales, pidió, "para que siga siendo una sorpresa en los próximos conciertos". Así, ofreció la canción Imán con un mar de móviles en alto,  cuyos propietarios siguieron obedientes las instrucciones.

Llegaban después temas como Nueve días y Si pudiera, con ella al piano. Después se sentó con sus músicos al pie del escenario para interpretar La fiesta del tutú, con las gradas y el coso llenos de linternas, para seguir con Y yo latiendo.

Vanesa Martín, con uno de sus músicos sobre el escenario.

En el breve espacio que Vanesa desapareció para cambiarse de ropa se quedó a los mandos Joaquín Calderón, que interpretó un tema antes de que la malagueña saliera de nuevo para interpretar Todo cambia, vestida esta vez con un traje de chaqueta marrón y negro. Hábito de ti, Sintiéndonos y Frenar enero formaron parte de un medley para dejar paso a la preciosa Polvo de mariposas, un tema con el que la artista siempre se vuelca en directo.

La piel, Arráncame, Aún no te has ido o Déjame quererte a mi también son de las canciones de Vanesa que nunca suelen faltar en sus conciertos. Tras lo que parecía que era el final la artista y sus músicos volvieron al escenario y ofrecieron Perdiendo el equilibrio, para regalar después al público el pasodoble de Martínez Ares Con permiso buenas tardes, que fue celebrado con palmas por bulerías.

Ya para poner la guinda la compositora y cantante ofreció, al piano, Como un billete de avión y por último Vuelo, la canción con la que se despidió deseando "que en esta Plaza de Toros prime la música".