El reencuentro de los moteros con la ciudad de El Puerto ha sido multitudinario en la noche de este viernes. Desde primera hora de la tarde no pararon de entrar motos en el casco histórico, en especial por la zona de Pozos Dulces, procedentes de la avenida principal de entrada Felipe VI (antigua N-IV).

Accedían por la Ribera del Marisco, donde se han instalado vallas, como parte del dispositivo especial, desde la plaza de Las Galeras y a lo largo de la avenida Micaela Aramburu, puerta de entrada a la localidad portuense, y en la que se sigue concentrando una gran parte del público para ver la llegada de las motos.

La noche del viernes fue para los recién llegados una toma de contacto después de tres años ausentes de El Puerto. Fueron miles las motos que entraron, y se volvieron a ver escenas de aparcamientos llenos y algunas plazas y aceras usadas como improvisadas zonas de parking.

La plaza de la Herrería, con la concentración de público para ver la llegada de los motoristas.

Aunque la llegada de visitantes fue masiva, no se vio, al menos en apariencia, tanto movimiento como cabría esperar en los establecimientos hosteleros, restaurantes y locales de ocio del centro. Parece que los recién llegados retraen el consumo ante los días de puente que aún queda por delante.

Este año, como novedad, además del clásico mercado motero del parque Calderón, se ha instalado en la Plaza del Castillo la feria de cerveza artesana, donde se ofrecen actuaciones en directo, y que cuenta con buen ambiente. En general, son numerosos los locales y pubs que ofrecen música en vivo con entrada gratuita, como la sala Milwaukee, y otras actuaciones animan también las calles.

En general, según los empresarios consultados, tras estos años de restricciones, los visitantes llegan “con muchas ganas”, gente de todos sitios, pero sobre todo de Portugal y españoles, de Madrid, que aprovechan el largo puente del 2 de Mayo, Valencia, Murcia, Extremadura y la propia Andalucía.

El reencuentro se parece mucho a lo que fueron las motoradas anteriores a la pandemia, quizá con mayor número de motos, también con acelerones, alguna quema de ruedas, caballitos y molestias por el ruido, aunque la Policía Local controla regula y controla el tráfico y los accesos para garantizar la seguridad. El dispositivo especial es el mismo que el que tradicionalmente se ha instalado durante anteriores convocatorias moteras, con la participación de sanitarios y Cuerpos de Seguridad.

La feria de la cerveza artesana, en la Plaza del Castillo.

En la plaza de la Herrería, donde se produjo anoche una gran concentración de público, se pudieron ver varios furgones y unidades de la Policía Nacional. Los moteros eran recibidos por grupos que se apelotonaban junto a las vallas y los jaleaban, igual que en los viejos tiempos, a lo que los recién llegados respondían con ruidosos acelerones. En este aspecto, la motorada vuelve por sus fueros, al menos en el momento de la llegada de las motos a la ciudad tras haber recorrido media España.

Entre los visitantes, muchos veteranos, fieles seguidores de las carreras, que ya conocen El Puerto y la fiesta motera y que han retomado el encuentro con energías renovadas.