El sindicato CNT continúa reclamando la readmisión de la trabajadora despedida de Recolte, la contrata municipal de Playas y Pinares. Tras cinco años trabajando en esta empresa de forma discontinua, la trabajadora debía haberse incorporado este verano, pero no fue llamada. Al mismo tiempo, según la CNT, la empresa introducía nuevos trabajadores "incumpliendo la legislación y el convenio". Para el sindicato, estas nuevas contrataciones "son el reflejo de una trama clientelar que implica a funcionarios, sindicalistas y políticos".

En el plano jurídico la empresa no acudió al acto de conciliación, y la demanda ya ha sido entregada en los juzgados. Los servicios jurídicos de CNT están a la espera del juicio, que tendrá lugar antes de final de año.

Por otro lado, el sindicato junto a la trabajadora afectada ha mantenido comunicación con responsables políticos del Ayuntamiento en busca de apoyo. La trabajadora ha recibido el apoyo verbal del alcalde y los concejales de Turismo y de Medio Ambiente, pero ello "no se ha materializado en una solución satisfactoria". Para la CNT, "no existe voluntad política de apoyar a la trabajadora, especialmente por parte de Antonio Chacón, que ha entorpecido cualquier intento de diálogo y ha cuestionado la actuación de CNT y la legitimidad de la trabajadora para solicitar su puesto de trabajo. Nos sorprende que un hombre que se dice sindicalista actúe de esta manera".

El sindicato ha iniciado una campaña informativa en agosto en la playa de la Puntilla y a lo largo de septiembre hará concentraciones frente al Ayuntamiento, entre otras protestas.

Para el sindicato, la solución al conflicto es la readmisión de la trabajadora en Recolte, "y si la empresa no está por la labor, el tripartito tiene la responsabilidad moral de rescindir el contrato con esta empresa, o aprovechar que este año vence y buscar una alternativa para la trabajadora injustamente despedida. Eso es lo que haría un gobierno progresista y social".