El almeriense David Bisbal fue el encargado de abrir, en la noche del domingo, el ciclo de conciertos Cabaret Festival, en la Plaza de Toros de El Puerto de Santa María.

Con un aforo limitado a 800 personas -muy alejado de las 5.000 localidades supuestamente vendidas para la corrida de toros de la pasada semana- la organización cumplió a rajatabla con las medidas de seguridad impuestas ante la pandemia, dejando gradas alternas de separación en los tendidos y con las mesas dispuestas en el ruedo sobre una alfombra de césped en torno a las cuales se disponían los espectadores. A la entrada, cada persona se sometía al control de temperatura y recibía su dosis de gel hidroalcohólico. Ya en el interior, era obligatorio el uso de las mascarillas y los acomodadores se encargaban de recordarlo constantemente.

David Bisbal, con sus músicos en la Plaza de Toros de El Puerto.

Eran las 22:15 horas cuando David Bisbal hacía su aparición en el escenario, ataviado con un traje de chaqueta negro y camisa del mismo color sin corbata. Los primeros sones fueron los de Una estrella fugaz, aunque con nuevos arreglos realizados expresamente para esta gira de pequeño formato, lo mismo que ocurrió con Esclavo de tus besos.

Entre ambos temas el artista se dirigió al público, donde había muchas integrantes de su club de fans, y explicó que  cuando pensaban ya que todos los conciertos se trasladarían a 2021 su equipo "valiente" orquestó esta nueva gira de pequeño formato, que finalmente se ha podido hacer realidad. "Es una gira pequeña, somos pocos -el propio Bisbal y cuatro músicos sobre el escenario- pero lo más bonito de esta gira es la esperanza, es un homenaje a la gente que lo ha pasado mal", explicó el cantante.

Dos pantallas jalonaban ambos lados del escenario, en los que se ampliaba la imagen del artista, que no paró de moverse durante todo el concierto.

Camina y ven, uno de sus éxitos de hace años, fue el siguiente tema del repertorio, para pasar después a interpretar Como la primera vez, una de las canciones de su nuevo disco, En tus planes, que daba nombre a la gira prevista antes de la pandemia.

En el repertorio se iban sucediendo las canciones, la mayoría con nuevos arreglos realizados expresamente para la ocasión, con ritmos más lentos salvo en algunos de los hits del cantante, que se mantuvieron como en sus orígenes. Este fue el caso de Bulería, uno de los temas más jaleados por sus fans.

En esta tercera parada de su gira íntima el artista interactuó con el público más de lo que suele ser habitual en él. Y es que el formato se prestaba más a las confidencias. Aún así, a los incondicionales del almeriense no hacía falta tocarles las palmas y cualquier pequeño gesto del cantante era respondido con grandes fiestas.

A la entrada se tomó la temperatura a todos los asistentes.

Culpable fue otro de los temas estrella de la noche, en la que el artista presentó también la  nueva rumba Amor amé, de la que ha grabado recientemente el videoclip en Bolonia, junto al gran Alexis Morante.

Otros temas célebres del cantante, como Quién me iba a decir o Princesa se fueron sucediendo sobre el escenario, para dejar paso después a Ruido, dedicada a los que ya no están. Tras esta canción llegó La necesidad, también de su nuevo trabajo.

Pero si hay un tema que para Bisbal define el reciente confinamiento ese es sin duda Si ella te quiere, que grabó junto a Aitana. Ese vídeo, que se iba a grabar por todo lo alto, se topó de lleno con la pandemia y finalmente se grabó en casa, con la aportación de cientos de seguidores que les mandaron sus imágenes más cotidianas. Esta canción tan especial para él se la dedicó a su club de fans. En ese momento se encendieron cientos de móviles en los tendidos, y algún tradicional encendió incluso un mechero.

Tras interpretar Silencio, el artista hizo amago de despedirse pero se quedó, sin hacerse demasiado de rogar, encadenando después  Perdón, Bésame y el célebre Ave María. Bisbal ya no salta como antes, ni da sus giros copernicanos -aunque sigue moviendo las caderas- pero se reservó para el final del concierto un único salto con el que puso el punto y final, con los fans entregados tras casi dos horas de música en directo.