La asociación Betilo, de protección del patrimonio histórico, pide una vez más que el espacio expositivo público situado en el cantil del muelle pueda ser disfrutado por todos los ciudadanos sin limitaciones de horarios.

La entidad solicita al Ayuntamiento la sustitución de las botas de vino, el arreglo de la farola de gas -única existente de este sistema de iluminación en la ciudad- y se pregunta dónde ha ido a parar el tramo de barandilla de hierro original del siglo XIX.

Uno de los elementos más importantes de dicho espacio expositivo  es la recuperación de elementos históricos del mobiliario portuario. Ejemplo de ello son la grúa, anterior a la década de los años 20 del pasado siglo, instalada para facilitar las labores de estiba. Junto a la misma se instaló un panel explicativo y se colocaron tres botas de vino cedidas por Bodegas Osborne contiguo a la grúa, en representación de la que era la carga tradicional que a diario se realizaba en el muelle portuense, cerrándose con una reproducción de una barandilla de hierro. Dichas botas a día de hoy se encuentran en un lamentable estado de conservación debido a la falta de mantenimiento a lo largo de estos últimos años.

Unos metros más allá y al lado de la Fuente de las Galeras, se encontraba un tramo de barandilla de hierro original de la época, así como una farola de gas de finales del siglo XIX  junto a un noray para el amarre de los barcos, que conforman un conjunto inestimable para el patrimonio portuense. La barandilla original a día de hoy ha sido sustituida y no se entiende qué sucedido ha motivado dicha suplantación, y en cuanto a la farola de gas del siglo XIX, también se encuentra olvidada, deteriorada y no se sabe dónde. Todo ello haciendo conjunto con el tinglado portuario que sirvió en su momento para depósito de botas y otras mercancías inaugurado por Obras Públicas en el año 1922.

Para Betilo "la recuperación de la margen derecha del río Guadalete con el nuevo paseo fluvial queda ensombrecida por el añadido hostelero realizado por los beneficiarios de la actual concesión del bar de copas La Cristalera. La agresiva ocupación con una enorme barra, taburetes, mesas y discoteca nocturna supone una privatización del espacio público con un impacto visual muy negativo, como viene ocurriendo en horario nocturno, dañándose nuestro patrimonio público portuario tanto en la zona expositiva como en la fuente de Las Galeras".

Betilo incide en que dicho espacio público "no se puede convertir en una discoteca privada, tras el intento frustrado recientemente de techar con una estructura metálica el borde del paseo fluvial contiguo al edificio de La Cristalera. Es lamentable que se deteriore de esta manera una obra y un espacio de esta calidad y al mismo tiempo se impida el paso de los ciudadanos", afirman.

La asociación entiende que "tanto la actividad que se desarrolla en dicha zona por el concesionario como este espacio expositivo relacionado con la historia de la  actividad marítima y portuaria no son incompatibles, pero eso sí, solicitamos a las administraciones competentes (Autoridad Portuaria y Ayuntamiento) que su acceso, visión y disfrute de todos sus elementos sea de manera libre por todos y cada uno de los ciudadanos y visitantes, así como que se mantenga la vigilancia debida en el tiempo, sobre este patrimonio cultural y etnográfico portuense".

Betilo cree que es momento de peatonalizar la Plaza de las Galeras y conectar todos los itinerarios  que confluyen en este espacio.