El próximo jueves, 10 de noviembre, a las 20:00 horas en la bodega de Mora de Osborne tendrá lugar la presentación pública del proyecto del Centro de Difusión de la Cultura del Vino Fino, promovido por la asociación Betilo, y por el Ateneo del Vino. La entrada será libre hasta completar el aforo del local.

El acto contará con la presencia de la concejala de Desarrollo Económico, Empresarial y Educación, Lola Campos, en representación del alcalde, así como otros concejales de la Corporación Municipal y participarán los presidentes de Betilo, Fernando Jiménez Romero, y del Ateneo del Vino, Javier Thuillier Pérez, así como el secretario de Betilo Juan Gómez Benítez, que harán una exposición de las líneas maestras del proyecto.

Este proyecto constituye una larga aspiración de un gran número de personas y colectivos de El Puerto interesados en que la cultura del vino se conozca y se difunda de forma que el estado actual de alejamiento de nuestra ciudad de todas las actividades relacionadas con el mundo y la cultura del vino se torne en una participación activa de las administraciones y los ciudadanos en el conocimiento y promoción de este sector.

El Puerto de Santa María ha tenido siempre un papel importante en el sector de los vinos de Jerez, especialmente en los tiempos de esplendor de nuestra ciudad en los siglos XVIII y XIX "que marcó mucho nuestra economía y nuestra identidad sociocultural".

Por diferentes circunstancias históricas, en la primera mitad del siglo XIX un gran número de bodegueros se establecieron en nuestra ciudad. Al mismo tiempo se empezó a generalizar la crianza biológica de los vinos para elaborar vinos pálidos, secos y de baja graduación frente a los tradicionales vinos oscuros, semidulces y de alta graduación. Muy pronto los bodegueros comprobaron que, gracias a las características climáticas de El Puerto, la crianza biológica se desarrollaba especialmente bien en las bodegas de la ciudad y los vinos finos aquí criados "tenían unas características diferenciadas y eran muy apreciados". Por ello, El Puerto ha sido siempre considerado como la cuna del Vino Fino, al igual que Sanlúcar lo es de la manzanilla, y Jerez de los olorosos, amontillados y dulces.

Según la Guía Oficial de El Puerto de 1902 ordenada por Ramón Ameneiro Barba a principios del siglo XX en el Puerto entre exportadores de vinos, vendedores de vinos al por mayor y al por menor, destilerías de aguardientes, anisados y licores existían 87 establecimientos vinateros, además de 18 tonelerías, dos fábricas de tapones una fábrica de botellas, y un suministrador de productos enológicos. Asimismo, en nuestro término se llegaron a cultivar 1400 hectáreas de viñedo. De esta forma, no había una familia en El Puerto que no tuviese a alguien trabajando directa o indirectamente en el sector. En esos tiempos la actividad vitivinícola constituía un pilar fundamental de la economía de la ciudad y una fuente inagotable de cultura y conocimientos.

De esta situación "hemos pasado a tener sólo 4 o 5 bodegas activas y no más de 300 hectáreas de viñedo cultivadas, lo que muestra un paisaje casi desolador para el mundo del vino en nuestra ciudad".

Este proyecto de Centro de Difusión de la Cultura del Vino Fino "pretende conservar y mantener el inmenso patrimonio de todo tipo que nuestra ciudad ha acumulado a lo largo del tiempo para ponerlo al servicio de los ciudadanos y del marco de Jerez". Se pretende, señala Betilo, que sus contenidos integren aspectos tan variados como ciencia y técnica vitivinícolas, historia, arte, sociología, gastronomía, salud, economía, etc.