Hacer y deshacer

06 de diciembre 2025 - 07:00

Cuando termino un puzle, lo deshago. Antes me detengo a admirarlo completo unas horas, a veces unos días; paso la mano por la superficie lisa de piezas entrelazadas y luego busco bolsitas o cajas planas y pequeñas para ahorrarme, cuando decida montarlo de nuevo, el aburrido proceso de separación por colores. Ni me planteo pegarlo para exhibirlo más tarde como un trofeo. No me sirve mantenerlo unido, solo degusto el placer de la reconstrucción, de la búsqueda atenta de la pieza correcta. El proceso de guardar me resulta tedioso, desabrocho las piezas con cuidado para que no se rompan, pero no hay nada ilusionante en eso, como no lo hay en guardar la ropa tras una fiesta o los adornos de Navidad una vez pasados Reyes. Desmontar lo que se puso en pie con tanta ilusión deja un vacío feo, casi se palpa la desilusión del tempus fugit del arte barroco, que juntaba cuna y sepultura o pintaba una calavera al lado de los atributos del triunfo terrenal. Lo pienso ahora en este puente, normalmente antesala de las fiestas, cuando las familias montaban el Belén, empezaban a comprar los regalos y esperaban que, con suerte, se encendieran las luces en las calles. Ya no es así. Ahora la presión de las campañas publicitarias ha unido los Santos/Halloween con la Navidad y ha habido competencia en escaparates y tiendas entre los productos temáticos que se empujaban con prisa en las estanterías. Los Ayuntamientos se han sumado al adelanto compitiendo por quién tiene más luces y las enciende antes. Así que, llegadas estas fechas, ya hay un cierto empacho que le quita gracia al asunto. Bastante rápido pasa de por sí el tiempo como para acelerarlo en una vorágine por saltar a la siguiente casilla, juego de la oca en el que en realidad lo menos divertido es llegar a la casilla final.

En cualquier caso, monten o no el Belén, hagan o no un puzle y sufran o no al guardar la ropa tras una fiesta, permítanse el gusto de recoger despacio mientras impregnan lo que guardan con el gozo de haberlo vivido y la esperanza de repetirlo como si fuera nuevo. Gozar, como decía Góngora, antes de que se vuelva tierra, humo, sombra, nada.

stats