Cultura

El grupo Balbo estrena en Gijón sus obras Edipo rey y Aulularia

  • La entidad portuense participó en la jornada inaugural del XXV Festival de Teatro Grecolatino de Asturias

Una imagen del grupo Balbo durante su actuación en  Gijón.

Una imagen del grupo Balbo durante su actuación en Gijón.

El grupo Balbo ha participado con éxito en la primera jornada del XXV Festival de Teatro Grecolatino de Asturias, que se desarrolla en el Teatro Jovellanos, en Gijón, donde la entidad portuense ha representado las obras Edipo rey, de Sófocles, y Aulularia, de Plauto.

La edil de Cultura, Lola Campos, felicita al grupo y destaca la labor de esta asociación cultural sin ánimo de lucro formada por jóvenes de diferentes centros educativos portuenses, que desde 1974 promocionan el teatro grecolatino, erigiéndose en embajadores de la ciudad.

Los 19 componentes de la entidad mostraron su buen hacer sobre las tablas, en una iniciativa que organiza la Asociación Asturiana de Profesores de Latín y Griego, compuesta por 43 docentes, y que ha inaugurado y presidido la alcaldesa de Gijón, Ana González.

El presidente del Grupo de Teatro Balbo, Emilio Flor, ha mostrado su satisfacción por inaugurar un Festival que finaliza mañana con una segunda jornada en la que actuará el grupo coruñés Noite Bohemia, destacando que 750 alumnos han disfrutado de la representación (el alumnado que asiste a las obras generalmente es de Secundaria en el caso de la comedia y de Bachillerato en el de la tragedia). Flor añade que el grupo, que ya ha actuado en numerosas ocasiones en este festival, tiene también comprometida su participación en la edición del próximo año y agradece al catedrático de Historia Santiago Recio su disponibilidad para enseñarles las ciudades de Oviedo y Gijón.

Balbo tiene previsto actuar próximamente en Puerto Real, en la Universidad de Sevilla y en el Teatro Romano de Clunia.

Lola Campos ha facilitado la Sala de Juventud como lugar de ensayo en sustitución del IES Santo Domingo, emplazamiento que tuvieron que dejar por falta de espacio, uniéndose este espacio al que les facilita la Fundación Osborne, que además les ayuda a guardar los elementos del atrezzo.

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