Enfoque | Elecciones municipales

El bastón de mando, el alcalde a hombros y la cara del padre

Se preguntó a los cuatro apasionados alcaldes por el mejor día de su vida como regidor, cuestión que podría pensarse que los llevaría a unos instantes de meditación antes de responder. Pero no.

Morillo fue el primero en saltar, casi sin tiempo a recapacitar: “¡El mejor día fue el que dejé de ser alcalde! Cuando mi sucesor, Ricardo Chamorro, del Partido Andalucista, tras tomar posesión, cogió el bastón de mando y me lo entregó”. “Es que Ricardo Chamorro es un caballero”, aseveró Barroso.

Por contra, Pacheco fue más previsible: “Para mí, fue el día en que fui elegido alcalde. Ese es imborrable, parece que fue ayer...”

Carlos Díaz eligió: “Hombre, fueron varios, pero uno de ellos es el de la liberación del peaje del Puente Carranza, cuando pasó el último en pagar. Hay una foto en la que se ve que los concentrados allí me cogieron a hombros, al lado de la baranda del puente. Y yo pensaba que con la euforia de las copitas y la celebración me iban a tirar al agua, jaja...”

Barroso fue el más emotivo: “Yo más que un día es un momento el que no se me olvida, la cara de mi difunto padre, cuando tomé posesión de alcalde. Era un hombre de Astilleros, calafate, muy poco ilustrado pero muy sabio, que decía sentencias como “una firma se puede falsificar pero la palabra de un hombre no; la cara de mi padre, un hombre del dique...” Y Morillo aplaudió de veras y dijo: “Qué bonito”.

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