Una jornada verdaderamente festiva se vivió ayer en el Asilo de la Infancia y Casa de Maternidad. A las dos de la tarde llegó el obispo de la diócesis, José María Rancés, que fue recibido por el gobernador civil y demás autoridades. El prelado dirigió la palabra a los asistentes y bendijo la mesa. Los pequeños disfrutaron de un almuerzo extraordinario mientras los invitados recorrían las distintas dependencias. Finalizada la visita comenzó el reparto de regalos. Los niños recibieron pistolas, escopetas, tambores, látigos y un traje. Las niñas fueron obsequiadas con muñecas, baterías de cocina y un corte de vestido. Finalizado el reparto comenzó un concierto a cargo de la banda del batallón infantil de marinería. La madre superiora recibió numerosas felicitaciones por el buen estado del establecimiento.
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