Economía

Patronal y sindicatos rompen la negociación de los convenios colectivos

  • Las dos partes se acusan mutuamente del fracaso. La falta de acuerdo obliga al Gobierno a aprobar su propia reforma el 10 de junio.

Patronal y sindicatos se han acusado mutuamente de falta de valentía al explicar la ruptura de la negociación para modificar el sistema de convenios colectivos, después de casi cuatro meses en los que hubo acuerdo en la filosofía de una reforma que ha sido imposible concretar por escrito. Tanto la CEOE como CCOO y UGT entienden que ha sido la otra parte la que no ha querido ceder ni moverse de sus planteamientos, mientras que el Ministerio de Trabajo asegura que aprobará la reforma en el Consejo de Ministros del 10 de junio tratando de reflejar las posturas en las que más se han acercado los agentes sociales.

Las principales divergencias han estado relacionadas con la aplicación de flexibilidad interna en las empresas, la vigencia de los convenios colectivos o la prevalencia del convenio de ámbito empresarial sobre el sectorial. La patronal ha querido dar un giro completo al marco que regula las relaciones entre empresarios y trabajadores para tener mayor libertad de cambiar las condiciones laborales (salario, jornada, funciones) en el ámbito empresarial cuando las circunstancias económicas lo requieran y sin importar lo previamente pactado en convenio. Los sindicatos, por su parte, reclamaban garantías para que las condiciones de trabajo no quedasen al arbitrio del empresario y que los desacuerdos se resolvieran a través de la mediación y el arbitraje.

Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, acusaron a la CEOE de haber puesto unos límites cada vez más duros en las discusiones, después de que el propio presidente de la organización de empresarios reconociera que quizá habían sido "ambiciosos". "La música era buena, pero nos ha fallado la letra", dijo el presidente de CEOE, Juan Rosell, que acusó a los sindicatos de no entender la postura empresarial, a pesar del "esfuerzo pedagógico" que ha hecho la patronal para explicarse.

El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, puso el acento en la "suerte de rebelión interna en la CEOE" de parte de algunos de sus integrantes como la patronal madrileña CEIM, que instaron a Rosell a ser más duros en la negociación, animados por la victoria del PP en las elecciones del 22 de mayo, una influencia que el presidente de la patronal negó. Su homólogo de UGT, Cándido Méndez, negó que hayan sido ingenuos por no haber cerrado el acuerdo antes de que se celebraran los comicios, cuyos resultados eran previsibles, o antes de que la Comisión Europea publicase las condiciones del rescate portugués.

La iniciativa europea ha sido, según los sindicatos, la inspiración del documento de máximos presentados por la CEOE a instancias de la patronal madrileña (CEIM) el pasado lunes, momento en el que se empezó a gestar la ruptura definitiva del acuerdo. Rosell reconoció que en el documento presentado en la mesa negociadora el lunes se pedían unos cambios "importantes" a los sindicatos que hasta la fecha no se habían presentado. También afirmó que ofreció a los sindicatos el documento diseñado por el FMI y la Comisión Europea con las reformas necesarias en Portugal, pero no para presionar, sino para dar información y advertir de que ese contenido se podía extender al resto de miembros de la UE.

Por otra parte, Méndez reclamó al Ejecutivo que legisle en materia de negociación colectiva teniendo en cuenta la "realidad de las relaciones laborales" y no lo hablado entre sindicatos y patronal, mientras que Toxo incidió en que si intenta contentar a todos "igual termina pagando los platos rotos".

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