El Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB) ha determinado que Bankia y su matriz BFA tienen un valor negativo de 10.444 millones de euros, por debajo de los 13.000 que se calcularon hace unos meses. De ellos, 4.148 millones de euros corresponden sólo a Bankia, un agujero que podría poner en peligro la inversión de los 350.000 pequeños accionistas que compraron títulos durante el proceso salida a Bolsa de la entidad.

Con esta valoración sobre la mesa, el grupo BFA-Bankia se dispone a recibir antes de fin de año la inyección de fondos públicos por importe de casi 18.000 millones, que le permitirá estar recapitalizado en ese plazo, como establece el compromiso con Bruselas. En total, se inyectarán en los próximos días en las cuatro entidades nacionalizadas (BFA-Bankia, Banco de Valencia, Catalunyabanc y NCG Banco) los 36.968 millones de ayuda europea para recapitalizar el sector financiero.

A principios del año próximo, Bankia acometerá una reducción de capital con la finalidad de restablecer el equilibrio entre el capital y el patrimonio neto. Esta reducción afectará al valor de la acción, que actualmente está en 0,68 euros, y por tanto a la inversión que realizaron los cerca de 350.000 accionistas que acudieron a la salida a Bolsa y que pagaron 3,75 euros por título.

Como dice el comunicado del FROB, "se salvaguardan así los principios" contemplados en la legislación y que exigen que "sean los accionistas los primeros en soportar pérdidas o costes de reestructuración". Entre los inversores existía un cierto temor a que el valor de la acción se viera reducido a cero, aunque parece que finalmente se dejará un valor residual, según afirman fuentes financieras.

El FROB tomó una medida similar, por ejemplo, en Banco de Valencia, donde quedó un grupo residual de accionistas tradicionales de la entidad, entre ellos empresarios valencianos. Además, según decidió ayer, en esta entidad se hará una reducción del capital agresiva para absorber las pérdidas, de 0,20 a 0,01 euros por título, pero no se llevará a cero.

En el caso de NCG Banco y de Catalunyabanc, el capital social sí se verá reducido a cero, lo que supondrá la amortización total de las acciones actuales, según dice el Frob en el comunicado.

Con respecto a BFA-Bankia, el proceso de recapitalización implicará varios pasos. Primero, el Frob acometerá de manera inmediata una ampliación de capital en BFA, su matriz, por importe de 13.459 millones de euros, con dinero procedente de la Comisión Europea a través del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad). Esta inyección se añadirá a los 4.500 millones que adelantó el Tesoro en septiembre mediante una emisión de letras, y que ahora se verán canjeadas por títulos también del MEDE.

Dado que Bruselas obliga a la banca nacionalizada a recapitalizarse antes de final de año y es imposible que Bankia acometa una ampliación de capital en sólo unos días, el FROB ha ideado un mecanismo alternativo para cumplir con las exigencias comunitarias. Así, antes del 31 de diciembre, la entidad realizará una emisión de bonos convertibles contingentes (cocos, en el argot financiero) por importe de 10.700 millones de euros, que serán suscritos por su matriz BFA. Coincidiendo con la reducción de capital, ya a principios del año próximo, esos cocos se convertirán en acciones ordinarias.