Los empresarios hosteleros comenzaron explotando a sus empleados y al final lo que explotó fue el chiringuito que tienen en la playa, debido a un gran temporal. O sea, que se quedaron parados y encontraron trabajo en la hostelería, siendo ellos luego los explotados. Ese fue el castigo. La chirigota 'Los jefes de Cádiz' quiso poner en escena una idea que sabía que podía molestar a la patronal hostelera, pero como decía al finalizar la actuación uno de sus autores, El Piru, que volvía al grupo, "quién no ha trabajado alguna vez de camarero". Otro de los líderes de la agrupación, Miguel Ángel Llull, veía "necesario" desarrollar en el Falla esta problemática laboral.

El hecho de cantar el último día de preselección hace que cambie la estrategia en cuanto a las letras elegidas. Aun así, como reconocía Llull, les han pisado "tres cuplés". Pero "menos mal que teníamos diez y hemos podido reaccionar", apuntaba. 

Después de hacerlo más que bien en el COAC 2022 con 'A vivir que son dos días', el grupo se reforzaba este año con Juan Cózar, Paco Aragón o Javi Baena, que unidos a Piru, Llull, Mota y Ángel Silva forman el septeto de integrantes que alguna vez han salido con El Canijo, lo que ha dado a este conjunto mucho más empaque. Y esto ha dado lugar a que se reúnan "amigos de toda la vida".