El trabajo está antes que nada. Y Kike Remolino tenía muy claro que debía cumplir con su horario laboral y apurar su llegada al Falla para cantar con el coro 'Los iluminados'. No pudo pasar por el lugar donde el coro se concentró y se vistió y se maquilló, a la carrera, en los mismos camerinos. "Gracias a Dios en Astilleros hay faena y estamos la mayoría de siete de la mañana a siete de la tarde. Si puedo atender a las dos cosas, mejor. Y así ha sido", explicaba después de 'Los iluminados' abrieran telón en la quinta sesión de cuartos de final.
Su hijo le llevó el disfraz a la puerta del trabajo y se vinieron para el teatro en moto. Allí le esperaba el equipo de maquillaje, que este año afronta la dificultad de ayudar a colocarse las lentillas de color blanco que llevan estos ciegos por la luz de Cádiz. "Han venido para mí y para Eduardo Bablé, que tiene su propio camerino porque es un divo (risas) y ese lo hemos compartido los dos".
Remolino ha participado activamente en los cuplés, dando la entrada, en modo cuarteto, a los dos que él mismo ha compuesto y que han gustado mucho al público. Decía mostrarse "encantado" con la forma de trabajar del equipo de autores, que son, además de él, José Manuel Pedrosa, David Fernández, Raúl Rodríguez, Antonio Rodríguez 'Maera' y Eduardo Bablé. "Se lo montan muy bien. Todo se consensúa y luego el coro defiende a muerte lo que decidamos. Porque abrir un debate para 45 sería un lío", apuntaba.
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