“Darlo todo a cambio de prácticamente nada”. Así define Javier Ruibal el Carnaval de Cádiz, “la fiesta más generosa” que conoce y de la que fue pregonero en 2009. Y es que el músico, recientemente premiado con un Goya, no quiso perderse esta Gran Final de un concurso al que ha acudido “un par de veces en preliminares” y cuyas semifinales ha seguido “con mucho interés en casa”.

El cantautor, que cada vez que pisa el Gran Teatro Falla le viene "el entrañable recuerdo" de sus días de pregonero, celebra a las agrupaciones "tanto a las finalistas como a las que se han quedado atrás" porque en todas reconoce "el cariño", "el talento" y "el esfuerzo" de sus propuestas. "Es algo muy hermoso y muy difícil lo que ocurre en Cádiz en Carnaval, creo que tiene todo el mérito del mundo", alaba.

El artista, que durante una de sus visitas en preliminar vino con el Goya -lo voy cambiando de sitio en casa, yo le pregunto, ¿Paco, dónde quieres estar hoy?-, asegura también que la distinción a su canción Intemperie ha sido "una verdadera fantasía" ya que se reconoce como "un gran cinéfilo". "Creo que eso se nota en mis canciones, que son historias muy visuales, porque para mí el cine ha sido un refugio y también un lugar desde donde crear", explica el músico en uno de sus momentos más dulces.