Con el recuerdo presente a Celia Cruz y su famosísima canción, el coro de Luis Rivero explota al máximo su espectáculo musical en su última actuación, con una interpretación que sobresale por encima de toda la propuesta, con más importancia en la forma que en el fondo. Con todo, cumplen con suficiencia en la Gran Final por las críticas de ambos tangos. En el primero, dibujan bien la primera parte al evocar sus recuerdos de infancia en Cádiz cuando se ven reflejados en sus dos hijos. Entre marisqueo en La Caleta y balón y bicicleta por el Parque y la Alameda, le dan la vuelta para denunciar la entrega de la ciudad al turismo, por el que se “sigue echando sin más al que intenta alquilar una casa decente a un precio decente”. Un problema por el que temen con cierta razón que solo podrán ver a sus hijos y sus nietos cuando alquilen un piso para venir de vacaciones. Se muestran mucho más firmes en la segunda letra a la igualdad, por la que, entre el machismo, la brecha salarial o la violencia machista, seguirán diciendo “sin temores las cosas por su nombre” mientras que una mujer sienta miedo cuando note “por detrás la sombra de un hombre”. El tono ameno lo mantienen en los cuplés, en los que Fernando Simón dice que si alguien en el Falla dice que pasa calor “será un caso aislado” y el congreso de Cs se acabará celebrando en un taxi. ¡Azúcar!

Preliminares

El tipo. Cubanos. Las coplas. Un espectáculo musical en escena. Ritmos caribeños y mucho baile en forma de coro. Cuba y Cádiz, dos hermanas que son las bases de un repertorio que mantiene la línea conocida, aunque teniendo una vital importancia el movimiento en el escenario, lo que sube el listón del envoltorio frente a las letras. El coro de Luis Rivero cumple con lo esperado al explotar hasta el extremo las virtudes que lo definen. Fuera de ellas y del propio espectáculo, que va más allá del coro de Carnaval y copa por completo la presentación y el popurrí, las letras solo cumplen con el expediente. Con una música de tango original por el uso de los silencios en su principio, aunque con cierta falta de pegada, primero le cae una crítica al alcalde, aunque desde un punto de vista muy diferente ya que se la hacen desde la óptica de quien no le votó. Con alguna sentencia dudosa como la de que se ha creado un personaje que “se alimenta de su ideología” –en política, la ideología siempre existe– y sin entrar a fondo en los problemas de la ciudad, le piden que se retire y se vaya. Bastante mejor por su originalidad la segunda letra al desprecio que sufren los enfermos de salud mental por parte de una sociedad que “no mide las consecuencias” cuando se ríe de ellos. Destaca por su actualidad el primer cuplé, en el que piden a la secretaria del jurado que lea el fallo más lento. Más corriente el segundo, en el que la vacuna española contra el COVIDestará lista cuando se acabe la pandemia. ¡Azúcar!

Valoración Jurado Diario

Buena.

Preliminares

El tipo. Cubanos. Las coplas. Bailes y músicas cubanas que invitan a mover los pies. El coro de Luis Rivero se mantiene fiel a su estilo montando un espectáculo musical, pero manejándose en unas claves menos complejas. Una zona de confort en la que priman mucho el movimiento en escena y un conjunto que clava la interpretación para intentar hacer la propuesta atractiva. Pero, al final, la música y el baile lo acaban envolviendo absolutamente todo, quedando en un segundo plano el repertorio, por lo que no termina de convencer, sobre todo por el abuso de los clichés en la comparativa entre Cádiz y Cuba en el popurrí. En la presentación, que marca la tónica del resto de la actuación, se combinan las ganas del regreso con uno de los pilares básicos de la idea: el baile. Suena algo diferente la música del tango, que, aunque no cautiva, maneja de forma curiosa los silencios. La primera copla cumple con la corrección de cantarle a la vuelta al Falla, pero acordándose y respetando a los compañeros que han decidido no salir, por lo que los esperan en 2023. Es de agradecer la originalidad temática de la segunda a la brecha digital que sufren las personas mayores, esas que ayudaron al progreso de la sociedad, pero que ahora se ven excluidas. Dos cuplés como excusa para llegar a la conga del estribillo. En el primero, el emérito asegura que vino a España para ir a la carpa, mientras que en el segundo, el Kichi se confunde entre quitarse la mascarilla y practicar nudismo en El Corte Inglés. ¡Azúcar!.

El veredicto de Diario del Carnaval

Buena.

La previa

El coro de Luis Rivero es uno de los que parte con la vitola de favorito para conseguir el primer premio en este Concurso Oficial de Agrupaciones del Gran Teatro Falla 2022. Tras parar en 2019, en la última edición de 2020 consiguió el cuarto premio con 'Al sonar las doce'. 

Este grupo basa parte de apuesta en el espectáculo musical, algo que, a priori, no cambiará en la idea de 'Químbara'. Con un grupo bastante fiel a su autor, la principal novedad llega en la autoría de letra, que en esta ocasión recae en Juan Manuel Moreno Gandul. Ambos han compartido varias comparsas en Alcalá de Guadaíra. La última de ellas fue 'La tierra prometida', en 2019, consiguiendo entrar en las semifinales. 

El idilio de Luis Rivero con el coro comenzó en esta segunda etapa en el año 2010 con 'La academia', una incursión muy diferente a la que inició en 1997 con el coro juvenil 'La movida'. en esta década de coros, ha sido casi un fijo en la Gran Final, obteniendo en dos ocasiones el primer premio con 'El mayor espectáculo del mundo' (2017) y 'Vive, sueña, canta' (2018). 

Uno de los aspectos a tener más cuenta de este grupo es su cuidado apartado vocálico, quedando perfectamente conjuntadas las voces femeninas y las voces masculinas. En un Concurso tan atípico como el de 2022, queda por ver si se mantiene la apuesta musical en todo su esplendor o se le da una vuelta de tuerca por las circunstancias especiales que rodean al COAC.