Buenas intenciones y buenas maneras demostraron las voces jóvenes de la fiesta durante el desarrollo de la primera sesión semifinal de su Concurso, que comenzó ayer, y continúa hoy, en el Gran Teatro Falla.

Defensas a la esencia del Carnaval y, sobre todo, de la propia cantera y del orgullo de cada modalidad en esta etapa del COAC se pudieron escuchar en una primera sesión que también es, en cierta manera, reflejo del Concurso de adultos (de sus cosas maravillosas pero también de sus tics y de sus modos). Natural.Con todo, siempre da alegría escuchar a nuevas voces y algunos recién nacidos autores que van aportando su granito de arena a la fiesta. Aunque, como se ha podido ver este año, son pocas las agrupaciones que componen la modalidad juvenil.

La sesión confeccionada por cuatro grupos se abrió con la esperada vuelta del coro de la Salle Viña, que participaba con ‘La liga’, y que dejó una agradable impronta gracias al trabajo de los jóvenes coristas y de sus autores, Jesús García García y Daniel Sánchez Rodríguez con la música de Joaquín Ballester Román.

Desde Córdoba, y dando el salto de infantiles a juveniles, la chirigota ‘La granja escuela’ ha demostrado su amor por la fiesta gaditana y su entrega incondicional un año más. José Ignacio Garrido Pérez firma esta agrupación con la que se pasó un buen rato.

Pasado el ecuador de la tarde, cinco cuarteteros de cuidado se hicieron con las tablas planeando un atraco para el que hubo hasta un examen. ‘El gran golpe’ era la propuesta para 2023 del cuarteto que el pasado año alcanzó el segundo premio de su modalidad. Y en este concurso, vienen con buenas credenciales para aspirar a lo más alto.

Por último, cerró la sesión una agrupación de la cantera y hecha desde la cantera. Quizás, el verdadero corazón de esta etapa formativa en el Carnaval. Y es que ‘Los testigos del 3x4’, una secta chirigota que defiende el estilo clásico de la modalidad, cuenta con la autoría de Javier López Gómez y Daniel Gómez Daza, que hasta el pasado año participaban como intérpretes en juveniles. Lo dicho, una alegría escuchar también a los autores del futuro.