COAC 2023: Así se hizo el tipo y el atrezzo de 'La Ciudad invisible', un "reto" para Achicarte

"La idea que nos trajo Antonio (Martínez Ares) era de hacerlo todo con el mismo disfraz del año pasado pero que hubiera pasado un tiempo, con una ambientación oscura, húmeda, y en el tipo no hemos utilizado ninguna otra tela, lo que lo ha hecho más complicado". Así empezaba a explicar Juan Diego Aragón, de Achicarte, el "reto" que ha sido para ellos el proceso para convertir a 'Los sumisos' en 'La ciudad invisible', cerrando la trilogía iniciada por 'La chusma selecta'.

"Y hemos tenido que esperar a la última actuación de la comparsa anterior. Prácticamente los tipos (realizados por Manuel Odriozola) nos llegaron creo que el 10 de enero y cantaron el 24. Aunque hemos ido trabajando en otros elementos -gorros, musgos, las velas que llenan los hombros,...´- es entonces cuando hemos podido iniciar el proceso", contaba para una puesta en escena que se completa con todo el trabajo y efecto que borda el maquillaje de Camerino de Artes y Horrores, de Sara Romero, y un atrezzo también novedoso, con las paredes de las cuevas en movimiento.

Así que una vez en sus manos, empezaron a tratarlo, "para aparentar llevar muchos años bajo tierra y que se está desintegrando, con tela que parezca acartonada, tiesa". "Y es complicado porque era un tipo de verano, con telas finas que transpiran", a la que se le ha aplicado "una fase de calor para conseguir las texturas".

Antes hubo que destrozar, romper mangas y pantalones, "y no romper por hacerlo, sino cada uno en el sitio que ya teníamos pensado, consciente de que lo que se quita, ya sea para atar objetos o confeccionar otras prendas que el personaje requiera, como nuevas mangas (Antonio tiene la gola de payaso en una), mochilas, bolsos, etc. "Lo único que se ha añadido es incrementar unos cuellos en las camisetas".

Además a todo se unen algunos elementos comunes, como los musgos, los hongos, los sombreros "donde hemos intentado que cambiara un poco el disfraz", y todos los elementos arqueológicos que lo conforman, y que tienen también su historia. Con la moneda de Gadir, camuflada en el ojo de Martínez Ares. O la vasija de Geni, "de pinturas negras, que es muy poco común". O el sarcófago fenicio en el de Ramoni.

Porque, como explica Juandi "todos los complementos están basados en elementos del subsuelo de Cádiz", de verdad y que en su mayoría están en el Museo Provincial, de la Plaza Mina -a donde acudieron-, proveniente de excavaciones de la ciudad o la provincia. "Como las vasijas, ánforas para los sombreros, o los exvotos, ofrendas que se hacían a los dioses". Nada está al azar. "Así se le da un poco de sentido a todo y personalidad a los disfraces, a cada uno de ellos".

Novedad en el atrezzo

El trabajo del equipo de Achicarte para la comparsa de Martínez Ares ha incluido todo el trabajo de atrezzo móvil que acompaña al repertorio, especialmente visible en el popurrí, en el intento de escapada por la galería. Todo ello también lleva un trabajo de juego y organización de luces, como una parte más, "que hemos ido depurando, con los temas de movimientos coordinados". De esta forma, la escena "no es sólo parte del entorno sino que es el hábitat del personaje, con los muros que se van mimetizando con los colores del musgo, los hongos de las cuevas, y en lo que se pueden llegar a convertir si pasan más años en las piedras".

"Eso ha sido otra novedad, otra cosa que se ha sacado de la manga Antonio y que artísticamente nos motiva, porque nos saca de nuestro zona de confort", añade Juandi. "Ha sido todo un reto para nosotros".