Historias de Salmendro

Antonio Martín: "Lo que más me impactó de Miguel Ángel Fuertes fue cómo controló cada movimiento de mi pregón"

Antonio Martín y Miguel Ángel Fuertes en la Peña Los Juancojones

Antonio Martín y Miguel Ángel Fuertes en la Peña Los Juancojones / D.C.

Con prácticamente medio siglo de experiencia sobre las tablas del Teatro Falla, Antonio Martín cuenta por decenas las anécdotas compartidas junto al regidor de escena Miguel Ángel Fuertes, que este año vivirá su último concurso antes de jubilarse. Pero de todas, hay una que tiene grabada en su memoria, por lo que supuso esa noche exitosa, "que en gran parte fue gracias a él". Se refiere al pregón del Carnaval de Cádiz que protagonizó en el año 1997, "y me impactó la forma en que controló cada movimiento del escenario, cómo realizó su propio guión, lo cual me fue de una gran ayuda", explica.

El veterano autor no quiere dejar pasar la oportunidad para dar las gracias al que "probablemente será el mejor regidor de escena que ha tenido y tendrá el Teatro Falla, aparte de su padre, al que también conocí y tengo que decir que era un hombre muy educado y trabajador", rememorando precisamente que en aquella mágica noche de pregón "allá donde mirara estaba él, lo cual te daba una gran seguridad". "Había un camerino en la zona posterior izquierda del escenario al que iba corriendo a cambiarme cada vez que era necesario, y Miguel Ángel siempre estaba en la escalera esperando y en la puerta del camerino, fue increíble, como si se hubiera hecho su propio guión mental, y eso que ni lo ensayamos juntos, únicamente le pasé el pregón que tenía más de 30 páginas".

Y no solo llevó en volandas aquel mítico pregón en el que participaron grandes artistas como Rocío Jurado, Jesús Quintero 'el loco de la colina', Felipe Campuzano, el recién desaparecido Antonio Burgos y agrupaciones como la chirigota de Love, el coro de los Dedócratas... "si no que también puso en orden y dispuso todo lo necesario para todos los invitados", puntualiza. "Avisaba a todos, los subía, no se le iba ni un solo detalle, así que sinceramente podría haber salido de otra manera, pero gracias a su profesionalidad salió todo como estaba previsto, pues fue un pregón muy trabajado".

Tanto es así, que nada más acabar el pregón "al primero que vi al bajar las escaleras del escenario fue a él mientras me daba su mano para ayudarme a bajar, y le di un gran abrazo, y hasta tiré los papeles por los aires ya totalmente relajado porque todo había salido bien. Aquello se me quedó grabado, pues lo miraba con admiración".

Y quiere incidir Martín en esta faceta porque justamente "todos lo conocen como regidor de escena del teatro, pero fuera del Falla también desempeña esta importante labor, que también realizó posteriormente en mi pregón del Dios Momo, al que también acudieron grandes artistas de Cádiz como Niña Pastori y David Palomar, y donde estuvo igualmente muy atento. Al terminar me ayudó a bajar así disimuladamente con la antorcha para ir a la quema del Momo, porque yo tenía la rodilla regular".

Del teatro guarda otras tantas vivencias juntos, como la de aquel año con la comparsa 'Los principiantes' cuando Juan Luis Gallardo se indispuso "y me puse su ropa entre bastidores y fue Miguel Ángel el que me animó y me llevó a situarme en medio de la agrupación, pues yo andaba un poco huidizo. Recuerdo el aplauso que me dio el público, y también a él, que fue quien me sacó a escena con los papeles en la mano".

Con todo, Antonio Martín sentencia que no puede darle otra nota a Miguel Ángel Fuertes que "un gran sobresaliente, como regidor de escena y como persona. Es el mejor, siempre en segundo plano moviendo las piezas a su antojo para que todo salga perfecto. Además que se jubila pero es que está igual, es un cromo, un maniquí", dice el laureado autor entre bromas y gran admiración. 

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