Juan Mata está de vuelta en la selección española, con gol casual pero decisivo ante Macedonia, asentado en un club de la grandeza del Manchester United, en el que confiesa que siente su historia cuando está "en el teatro de los sueños". No estar en la selección desde la triste despedida del Mundial de Brasil pudo dejarlo señalado. Sin embargo, con su crecimiento en el United se ha ganado a pulso el poder regresar.

-¿Qué tal la vuelta, temió que no se produjese?

-Ha pasado tiempo, prácticamente una temporada, pero mis sensaciones son iguales. El grupo es casi el mismo, la forma de trabajar y mi ilusión la misma. No paré a buscar razones. Traté de hacer lo que siempre hacía y por lo que iba viniendo cada año. Al final Vicente es el que decide. Yo trato de hacerlo lo mejor posible en mi club para tener el tremendo orgullo de venir, pero no depende de mí.

-¿Se llegó a sentir señalado?

-No veía ninguna razón para ello. Es cierto que algunos amigos me preguntaban si había pasado algo, pero yo no encontraba ninguna razón extraña, prueba de ello es que estoy aquí otra vez. Llevo viniendo a la selección desde la sub 15 y nunca ha habido un episodio fuera de lo normal. He jugado con orgullo Europeos, Mundiales, Juegos Olímpicos, y mi comportamiento siempre fue el mismo. Por ahí no iban los tiros.

-Regresó con gol, aunque imagino tras una espinita en Oviedo.

-Feliz por volver a aportar y marcar un gol que da tres puntos que acercan un poco más a la Eurocopa y también por haber estado en mi ciudad. Habría sido muy bonito jugar en el Tartiere pero entiendo que hay 23 jugadores y es difícil tomar la decisión. Me vale con las vivencias que tuve.

-Poder jugar en casa aún se valora más cuando está lejos.

-Y tener a tu gente cerca. Estar en el hotel, ver a familiares y amigos, entrenar en el Tartiere delante de ellos era algo impensable cuando era un niño en Oviedo. Me sentí muy feliz. Fue un lujo ver a gente que veo menos porque no pueden viajar a Manchester.

-Ahora juega en la derecha, ¿le ha venido bien este cambio?

-A nivel personal creo que he hecho un buen inicio de temporada, me encuentro muy bien y estoy jugando muchos minutos. Desde luego que me siento cómodo en esa posición. Estos últimos años había jugado más de media punta, en la izquierda o de segundo delantero, pero creo que en la derecha, al ser zurdo, puedo partir hacia dentro, hacer goles y dar pases. Me siento bien ahí.

-¿Es un punto clave esa polivalencia para volver a la roja?

-Para todo, es mejor cuando un jugador está acostumbrado a jugar en varias posiciones que no en una sola que te limita un poco. Dependiendo del sistema con el que juegue el entrenador puedo estar en varios sitios, pero me siento cómodo en todos.

-Conoce a Piqué desde las categorías inferiores, ¿cómo se ha llegado a la actual situación?

-Hemos coincidido en muchas categorías inferiores aunque tiene un año más y creo que su compromiso habla por sí solo. Es algo que no se puede discutir.

-Se pensaba que los silbidos eran un hecho aislado de León pero se confirmaron en Oviedo. ¿Lo entiende en su ciudad?

-La gente se contagia, cuando empieza todo es una minoría y luego se fue agrandando la cosa. No es positivo para el grupo ni para el buen funcionamiento de hace unos años. Las cosas se están haciendo bien con la misma base que dio éxitos y los que silban deben saber que estas cosas son negativas para el grupo.

-¿Tiene que cambiar él o concienciar a la gente?

-Gerard en el partido estuvo centrado y lo hizo bien, es lo que tiene que hacer. Hay que dejar atrás estos temas y remar todos para el mismo lado. Esa noche teníamos permiso para salir y para mí no debería ser de interés.