Por el corazón de David Toboso Larrauri (Baracaldo, 1983), Toboso, pasaron muchas sensaciones cuando, a falta de veinte minutos para la conclusión del partido contra el Murallas, Javier Manzano le ordenó saltar al campo en sustitución de Villalustre. "Acostumbro a meterme en los encuentros sin apercibirme de la reacción del público, pero tenía las antenas más puestas que otras veces", admite el delantero.

"Cuando vuelves a un club en el que ya militaste no es igual que cuando recalas inicialmente; la primera vez que volví a cambiarme en el vestuario veía a Sanlúcar, a Noel, a Julio Puig, a Jorge Herrero..." rememora uno de los componentes de aquella plantilla histórica que consiguiese en 2006 el ascenso a Segunda B, el autor del gol del empate contra el Arenas, en la ida de la primera eliminatoria.

"Hasta la fecha, es la diana más importante de mi carrera. Llegábamos tras cumplimentar una campaña excepcional, redondeada con el liderato y, en el minuto 7, los granadinos se adelantaron. Resultó terrible, todo el mundo se acordó de lo del Villanovense (los de Villanueva de la Serena habían apeado a los rojiblancos del sueño del ascenso el año anterior, amparándose en el 1-5 de la ida). Veinte minutos después, Pepe Masegosa sacó una falta y cabeceé con la máxima fuerza que pude reunir. La bola entró y yo detrás de ella. Me comí toda la hierba". El Racing culminó en tablas ese choque, ganando a los de Armilla en la vuelta y pasando por encima del Toledo en el emparejamiento definitivo.

La parroquia rojiblanca no olvida aquellos éxitos. "El domingo se me acercaron algunos aficionados y me dijeron 'gracias por volver'. Me sentí muy emocionado por los aplausos. Es una satisfacción que no te la da el dinero, tampoco otro trabajo", apunta este ariete batallador al que Manzano ha hecho debutar cuatro días después de haber firmado, ocho meses más tarde de competir con el Sporting San Fernando en su última cita oficial.

"Cuando me fui del equipo isleño creía encontrarme ante mi retirada, pero Zafra me llamó y le dije que sí; quiero ayudar al objetivo de la permanencia. Ahora que no soy un profesional del fútbol disfruto de otra forma y tal vez así consiga mejores resultados", explica.

"Todavía no estoy al 100%, pero el preparador físico, Alberto Romero, asegura que en dos semanas me pone fino", asevera, con esa apasionada sinceridad que siempre inyecta a sus palabras: "Estoy contento, ¿sabes?. Me sobran unos kilos pero, con todo, aunque eso no lo pongas, siempre les gané los balones aéreos a los del Murallas", concluye.

Su técnico, Javier Manzano, considera disponer de un jugador "explosivo, rápido, con buena llegada a la portería contraria" y argumenta su fichaje con la misma claridad con la que le ordenó el debut: "veníamos protagonizando una serie de buenas actuaciones, pero nos mostrábamos faltos de finalización".