El Virgili se trajo un punto de su visita al Almuñécar, un empate con sabor agridulce a pesar de que los gaditanos acudieron a la cita con tres bajas de última hora. Como decía Juan Carlos Gálvez, las bajas no son ninguna excusa y los amarillos, a pesar de tener sólo dos cambios, fueron a por el partido desde el primer minuto. Defender en el campo contrario e intentar jugar al ataque con estilo muy directo, fueron las armas que esgrimió el equipo en Almuñécar, por lo que se pudo ver un partido muy abierto.

En los primeros compases los locales fueron a presionar a su rival para intentar ponerse pronto por delante en el marcador. De esta forma se fueron sucediendo las ocasiones de ataque, pero tanto Tente como Óscar conseguían con sus intervenciones dejar el marcador a cero. El equipo gaditano seguía teniendo el lastre de la definición y las numerosas ocasiones no se reflejaban en el electrónico. A falta de cuatro minutos para el descanso, una pérdida de balón se convirtió en un contraataque que puso por delante al equipo granadino. Los de la Tacita lo siguieron intentando y a falta de pocos segundos para terminar el primer periodo Juanito falló un doble penalti.

En la segunda parte no cambió el panorama y el acoso visitante siguió marcando el encuentro. Los locales, con el marcador a favor, basaron su juego en saques largos de su portero. Las situaciones de ataque gaditanas se sucedían cada vez más, pero resultaba incomprensible que el empate no llegara a causa de los continuos fallos en el disparo. Restando tres minutos, Juan Carlos Gálvez buscó su última opción sacando al portero jugador, y a la segunda jugada llegada por fin encontraron premio los amarillos, aunque con suerte, pues el empate lo logró un jugador rival al intentar evitar un pase al segundo palo. Faltaban dos minutos y, no conformes con el empate, los gaditanos buscaron los tres puntos. A falta de diez segundos llegó la oportunidad de lograr la victoria, pero Chipi erró ante el portero local Óscar.