El Cádiz afronta un duro examen en un momento delicado. El Sevilla Atlético comparece en estadio Ramón de Carranza con la vitola de ser el equipo de las tres principales categorías del fútbol español que menos derrotas acumula a lo largo de la temporada. Sólo lleva tres varapalos, el mismo número que el Barcelona, líder de Primera. Cayó por 2-0 en la visita al Granada B en la quinta jornada de Liga y, ya en la segunda vuelta, cedió (0-1) en su feudo frente al Recreativo de Huelva antes de volver a perder (2-0) fuera de casa en el campo del San Roque de Lepe hace sólo un par de semanas.

El filial sevillista es un hueso duro de roer como refleja su notable recorrido. No es el típico equipo canterano que, plagado de jóvenes, es capaz de lo mejor y lo peor. La plantilla apenas alcanza los 21 años de media aunque pese a su juventud, es una escuadra que sabe manejar los partidos y suele mantener la concentración durante los 90 minutos. Combina despliegue físico y calidad y su trabajo como bloque le ha conducido a la fase de ascenso salvo hundimiento en el sprint final del campeonato.

En las filas del conjunto de Nervión destaca el delantero Carlos Fernández, máximo goleador de su equipo y del grupo IV de Segunda B con 14 tantos. El ariete no jugó el pasado fin de semana al estar sancionado después de haber sido expulsado en el encuentro anterior y vuelve al once como principal amenaza para la portería del Cádiz.

No sólo sobresale Carlos Fernández en la faceta anotadora. Ivi lleva nueve dianas y es también un serio peligro en labores ofensivas. De hecho, él fue el autor del gol que supuso el empate entre sevillanos y gaditanos en el partido de la primera vuelta disputado en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros.

El que no se vestirá hoy de corto en el estadio Ramón de Carranza es el extremo Curro, baja por sanción al arrastrar cinco cartulinas amarillas.

El Sevilla Atlético es un adversario muy fuerte pero también tiene puntos débiles. Aunque es un equipo que se caracteriza por guardar con eficiencia su portería, en las últimas tres jornadas ha recibido media docena de goles, lo que supone un promedio de dos por partido. Dos le hizo el Melilla (el choque acabó con el resultado de 2-2), otros tantos el San Roque de Lepe y un par el Linares en el triunfo de los cachorros de Nervión por 3-2. El Cádiz tiene una oportunidad de oro para aprovechar las dudas que aparecen en la defensa visitante.