"No me lo esperaba, pero tampoco me ha cogido de sorpresa". Ángel Oliva, según explica él mismo, tenía el cuerpo relativamente preparado para decir adiós al banquillo del Cádiz B. Y lo hizo ayer, tras recoger en las instalaciones de El Rosal sus pertenencias y despedirse de los que han sido sus pupilos esta temporada, "dolido, pero con la conciencia muy tranquila por el trabajo bien hecho". "No es grato que pase esto y más después de todo lo que llevo aguantando desde que comenzara la competición...", adelantaba el técnico.

"Sorprende un poco", pensaba en voz alta el zaragozano dando las últimas vueltas a la decisión tomada por el club el pasado lunes de destituirle al frente del filial cadista para darle las riendas del equipo a Juanma Carrillo. "Sobre todo tras lograr un resultado positivo como el que logramos el pasado fin de semana en Córdoba y de la manera en que se consiguió, dando buena imagen", argumentaba. "La decisión no se ha tomado de un día para otro; llevo mucho tiempo viendo movimientos extraños en el club", escupía.

Ángel Oliva no se mordía la lengua recordando la odisea que ha vivido cada hora, cada día, cada semana... en cada partido: "Tengo más experiencia que todos los que están ahí dentro; bastante más. Es una decisión que te duele porque no es grato que pase esto y más en las circunstancias en las que se ha dado el cese. Está siendo un año difícil, hasta desde el club se dijo que estaba siendo un año difícil. Y, pese a todo, se estaba trabajando bien y poco a poco estábamos viendo la luz", dejaba caer antes de recordar que no se le ha prestado mucha atención. "Hace dos meses me vi con el presidente, el director deportivo y el coordinador de la cantera y les hice ver que era imposible trabajar en la situación en la que se estaba trabajando: con muy pocos efectivos. Ha sido un lastre en los entrenamientos, pero mucho más en los partidos. No se ha puesto remedio a lo que había que poner remedio y a lo mejor ahora que me han destituido sí que se le pone remedio", explicaba.

"Además, tampoco la suerte nos ha acompañado y se nos han escapado muchos puntos de forma injusta", lamentaba revisando de memoria el calendario que queda atrás. " Me encontré un grupo con limitaciones técnicas y ha mejorado mucho conmigo. Es un orgullo también que los que han subido alguna vez al primer equipo hayan dado la talla o, al menos, no hayan desentonado", decía valorando su trabajo al frente del Cádiz B.

¿Cómo ve el futuro del filial? "No sé cómo puede afectar esto al grupo. En el último partido lucharon hasta el final y ojalá que sigan haciéndolo y que, además, les acompañe un poco la suerte", concluyó Ángel Oliva dando carpetazo a su última aventura en un banquillo.