Los servicios jurídicos de la Real Federación Andaluza de Fútbol han intervenido este martes como acusación particular, actuando en la representación procesal del árbitro portuense agredido el pasado fin de semana en un partido de alevines, durante el juicio rápido celebrado por la mañana en El Puerto.

Jesús García, abogado integrante de los servicios jurídicos federativos, ha defendido los intereses del colegiado Abel Gabriel Bayard Ullén, de tan sólo 20 años de edad, durante la vista rápida con una petición de multa por lesiones para la persona acusada de agresión al árbitro, así como una indemnización.

Todos los árbitros de la RFAF disponen de un seguro federativo que incluye de modo gratuito, entre otros conceptos, el asesoramiento legal y la representación judicial de libre designación por el árbitro, que en esta ocasión solicitó la defensa directa de los servicios jurídicos de la RFAF.

Conviene recordar que los hechos objeto de la denuncia por agresión se produjeron el pasado sábado en el partido de Cuarta Andaluza alevín protagonizado por los equipos El Juncal Atlético y Colegio Guadalete. El denunciado por agresión es el padre de uno de los futbolistas del equipo local, el cual fue expulsado por insultar al árbitro, al que dijo "vendido y gilipollas", según relato del propio colegiado.

En cualquier caso, el juicio celebrado ha sido por denuncias cruzadas, pues el padre del jugador también acusa al árbitro de haberle agredido. Luis Montero, letrado del progenitor, se ha puesto en contacto con Diario de Cádiz para explicar la versión de su cliente: "El padre dice que el árbitro le dio un guantazo antes de producirse un forcejeo con cruce de palabras entre ambos. Por eso presentamos una denuncia por agresión del árbitro a mi cliente y pedimos que se condene al colegiado con una multa por lesiones e indemnización".

El abogado ha añadido que "además, la mujer de mi cliente recibió un empujón posteriormente, pero la jueza no ha admitido la unificación con las otras de esa denuncia por presunta agresión del árbitro y/o familiares a la madre del niño".

El juicio ha quedado visto para sentencia después de escuchar a ambos protagonistas, a los testigos y al padre del árbitro, quien saltó al campo en defensa de su hijo.