El Cádiz B nunca se dio por vencido ante uno de los gallitos de la categoría y sacó un valioso empate (1-1) ante Los Barrios merced a un cabezazo de Parada en el minuto 86 de un encuentro cuyo principal protagonista no fue ni el equipo que vestía de amarillo ni el que lucía la elástica verde, sino el fuerte viento de levante que azotó a El Rosal y que impidió que ambas escuadras mostraran su mejor juego. Y como suele ocurrir cuando a Eolo le da por resoplar con ganas, el dominio y las ocasiones las tuvo el equipo que contó con el viento a favor, y los primeros en aprovecharse de esta situación fueron los visitantes.

La primera parte fue de los barreños, que pronto se percataron de que, gracias al viento, un zapatazo desde cualquier rincón del campo llegaba con suma facilidad hasta el área amarilla para poner en aprietos al portero Tomás y a los zagueros amarillos. El toque y las florituras no tenían cabida en este choque, había que buscar el fútbol directo y práctico. Y así fue. Hasta en tres ocasiones lo intentó con envíos largos la Unión en los compases iniciales, pero a pesar de los titubeos defensivos del filial amarillo la sangre no llegó al río hasta el cuarto de hora de partido, cuando un saque de esquina botado por Ibarra fue cabeceado a la red por David Mata, totalmente libre de marca en el corazón del área pequeña. Ni mucho menos es la primera vez que el Cádiz B comete un error de tal magnitud y es por ello que el gol escoció especialmente a un Jesús Casas harto de trabajar esas situaciones en los entrenamientos.

Pero lejos de hundirlo, el tanto espabiló al cuadro local, que hasta ese momento apenas había pisado el área rival. Fueron Julio y Bello los que más lo intentaron por las bandas, aunque la férrea defensa gualdiverde y el incómodo obstáculo ventoso impedían que llegaran buenos centros a los dominios de Vilches, algo que dejó al equipo amarillo huérfano de ocasiones en el primer tiempo. La Unión, por su parte, siguió explotando el recurso del levante para acercarse con peligro en dos acciones de Abel Luque. La primera con un acrobático remate que se fue a las manos de Tomás, y la segunda en una pelota que no llegó a conectar con claridad tras un error de Ezequiel.

Como era lógico, en la segunda mitad el panorama iba a variar ostensiblemente. Ahora el balón corría favor de los capitalinos, que entraron mucho más enchufados en la contienda y pronto cercaron la meta de Vilches. Caballero, desaparecido en el primer acto, entró en escena junto con Mendy, que sustituyó a un desacertado Giovanni, para meter en problemas al conjunto campogibraltareño, que apostó descaradamente por el contraataque. No obstante, sólo fue a balón parado como los pupilos de Jesús Casas llegaron a poner nerviosos a los defensas foráneos, principalmente en saques de esquina que nunca encontraron al rematador idóneo. El primer disparo entre los tres palos del Cádiz B llegó en el minuto 68, un libre indirecto que le tocaron a Caballero para que éste soltara un zambombazo a la escuadra que permitió a Vilches lucirse con una estirada enorme. El Cádiz lo seguía intentando cuando una contra barreña guiada por Abel Luque en el minuto 85 acabó en pies de Añón, que, al borde del área pequeña, estrelló el balón en el portero Tomás en lo que pudo ser el 0-2 y la sentencia. Pero, como suele ocurrir, en la jugada siguiente le llegó el castigo a Los Barrios. Un córner botado por Bienve al segundo palo fue cabeceado al larguero por Parada, que recogió el rechace para mandar el balón al fondo de las mallas y firmar un justo empate.