Sergio García llevaba tiempo confuso, sin encontrar su juego e incluso decidió parar unos meses el año pasado. Recuperó las buenas sensaciones ayer en el arranque del Masters de Augusta, el primer Grand Slam de la temporada. A pesar del bogey final, el castellonenses terminó con -3, quinto en la tabla provisional al cierre de esta edición y a cuatro golpes del joven norirlandés Rory McIlroy, líder en solitario con -7.

Los otros tres golfistas españoles en liza no habían concluido su ronda. Sin haber llegado a la mitad de recorrido, el gaditano Álvaro Quirós empataba con García, con -3 tras el hoyo 8, mientras que el malagueño Miguel Ángel Jiménez iba al par tras el 13 y el vasco José María Olazábal, con +2 después del 12. Sorprendió el seis sobre par con el que arrancó su primer día el alemán Kaymer.