Fútbol | Segunda B / Fase de ascenso a Segunda A

El San Fernando muestra su peor cara (0-1)

  • El equipo cae derrotado ante el Linares con un gol en la prolongación que aleja la posibilidad de estar en la fase final por el salto de categoría

Sandro (8) lucha por el cuero con Gabriel Cortés en presencia de Raúl Palma.

Sandro (8) lucha por el cuero con Gabriel Cortés en presencia de Raúl Palma. / A. QUINTERO/SAN FERNANDO CD

Es increíble cómo se puede cambiar tanto en tan poco tiempo. Si el pasado domingo, ante el UCAM Murcia, el San Fernando ofrecía la mejor de sus imágenes y daba un halo de esperanza a todos con el fútbol desplegado, tres días después, los de La Isla ofrecieron la peor de sus caras, esa que desespera, esa que rompe las ilusiones y que llevan al traste cualquier atisbo de poder soñar con este equipo.

Es cierto que aún quedan 12 puntos por disputar, pero el conjunto isleño dilapidó, en un visto y no visto, gran parte de sus opciones de terminar esta fase del campeonato entre los mejores. Y lo hizo por méritos propios, lo hizo porque ante el Linares de Alberto González no se estuvo a la altura, no se creó apenas peligro, no hubo orden, ni concierto, ni profundidad, ni desarrollo, en definitiva, nada de nada y eso encendió a todos, sobre todo a los aficionados que habían acudido al estadio isleño con la ilusión como bandera de ver la primera victoria de la segunda fase de una competición tan apasionante, como dolorosa.

Es cierto que el San Fernando no era tan bueno antes, ni ahora es tan malo, pero la imagen que dejó en el partido aplazado dista mucho de lo que se espera de este equipo.

La tarde presagiaba lo malo. El tiempo no acompañaba, y las sensaciones, desde el principio, no fueron nada buenas. El Linares, desde el pitido inicial se mostraba como un equipo molesto, peleón, correoso, lejos de dejar un mínimo espacio a los rivales, y lejos de poner las cosas fáciles a un San Fernando que, de paso, no encontraba la manera de poder hincar el diente a un rival que visto lo visto, sabía mucho mejor que los isleños de qué iba esto.

Así, las ocasiones de gol tardaban en llegar y los minutos se hacían soporíferos ante la incredulidad de unos aficionados que veían que los de azul y blanco distaban un mundo de los que fueron hace tres días, donde la fluidez, la rapidez de acciones y la profundidad fue la nota predominante.

Con esto los primeros en llegar, como era de esperar fueron los foráneos que, viendo la impotencia de los locales, se atrevieron a irse arriba. No fue hasta el minuto 18’ cuando el lateral izquierdo linarense, Villarejo probó fortuna desde lejos, marchándose el cuero ajustado a la izquierda de Perales.

Continuaban pasando los minutos y las ocasiones no llegaban, es más solamente Hugo Rodríguez generaba cierta duda con disparos lejanos que se iban muy apartados de los tres palos. Así fue en el 20’, en el 29’ y en el 38’, con idéntico resultado, ni siquiera un casi en las gradas. La primera parte terminó, afortunadamente, con un remate de Josema Gómez a la salida de un córner a las manos de Perales.

Pero es que tras el parón para descansar, las cosas no cambiaron ni un ápice. Si la primera parte fue mala, la segunda la igualó o superó posiblemente. El cansancio, el viento reinante, o lo que fuese hizo que ni uno, ni otros, dieran pie con comba, aunque eso sí, todo hacía indicar que los de Linares sabían, mucho mejor, de lo que iba la película que los de La Isla.

En el 55' fue Alex Peque el que puso el nudo en la garganta con un tiro cruzado y en el 68’ llegó, posiblemente, la mejor ocasión de los isleños, sin llegar a ser ocasión en una internada de Varela que llegó a la línea de fondo para centrar y rechazar Razak en la que fue la única intervención prácticamente que tuvo en el partido.

Ya los del Alberto González pudieron sentenciar en el 74’, en un mano a mano de Chendo que inexplicablemente mandó fuera. Eso pareció despertar en algo al equipo isleño, lejos de la realidad. Podía más el corazón que la cabeza, podía más la anarquía que el equipo y así, difícilmente, se puede llegar a buen puerto. Hugo volvió a insistir desde lejos y se volvió a ir alto y en el descuento llegó la puntilla.

Un error de Manu al sacar un fuera de banda se tradujo en una contra ante la pasividad azulina que terminó con el tanto que le daba la victoria al Linares, que mermó las aspiraciones del San Fernando y que deja en el aire las posibilidades del cuadro isleño de cara a un futuro inmediato. Todo, tras ofrecer la cara mala.

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