Neymar, feliz por el regate de la Audiencia

Neymar celebró la decisión favorable para sus intereses hacia él proferida la pasada semana por la Audiencia Nacional por las supuestas irregularidades en su traspaso del Santos al Barcelona.

"Sólo se hizo evidente lo que nos imaginamos. Mi familia estaba muy tranquila al respecto, mi padre, también. Sabíamos que no se había hecho nada malo y que todo estaba correcto", declaró el jugador al canal SportTV durante el torneo internacional amateur Neymar Jr's Five.

El atacante comentó que para su familia la "perturbación de las personas que no sabían de nada" era lo que lo que más le molestaba.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata acordó el jueves pasado el sobreseimiento de la causa interpuesta por el fondo DIS, uno de los antiguos dueños de parte de los derechos deportivos de Neymar.

De la Mata consideró que las conductas denunciadas en la querella interpuesta por el fondo DIS -los contratos de traspaso del jugador suscritos en 2011 y 2013-, si bien pueden tener "repercusiones deportivas, éticas y disciplinarias", no encajan en un procedimiento penal.

No obstante, el mismo día, la Fiscalía de la Audiencia Nacional indicó que no comparte el criterio de De la Mata, por lo recurrirá la decisión del juez directamente en apelación ante la Sala de lo Penal, sin esperar a que el juez resuelva su recurso en reforma.

El fiscal José Perals, que calcula que el fichaje costó 83,3 millones de euros, cree que hubo delito de corrupción y de estafa a DIS por haber recibido sólo un 40 % de los 17,1 millones de euros establecidos como precio de la transferencia. En esa hipótesis, al fondo le hubiera correspondido ese mismo porcentaje pero de 25,1 millones de euros.

Perals argumentaba que el fichaje de Neymar se basó en dos contratos firmados en 2011.

El primero por el que el Barcelona pagaba por el traspaso 40 millones de euros y le abonaba un sueldo de 36,1 millones de euros en cinco años, pactado para 2014, año en el que el jugador dejaría de estar vinculado al Santos y DIS ya no tendría los derechos.

El segundo consistió en un falso contrato de préstamo por el que el Barcelona le pagaba diez millones de euros, pero en realidad se trataba de una remuneración anticipada para garantizar el fichaje por el club azulgrana.