Metamorfosis en el Conil de Kiko Prieto
fútbol lTercera División
El cuadro del Pérez Ureba ha pasado del farolillo rojo a la 12ª plaza tras cuatro victorias y tres empates en las últimas siete jornadas
Los inquilinos del Pérez Ureba viven tiempos felices después de un comienzo de temporada que hacía presagiar lo peor para el equipo que entrena Kiko Oliva. Hace siete jornadas el Conil era el último clasificado del grupo X de Tercera, pero a día de hoy el conjunto amarillo mira a las catacumbas de la tabla desde una situación más cómoda, desde una 12ª posición que se ha ganado a pulso después de enlazar una espectacular racha de cuatro victorias y tres empates. Y es que si la competición hubiera arrancado hace siete semanas, los conileños marcharían sextos en la clasificación y serían, junto con el imparable Sanluqueño, el único conjunto invicto de la categoría. La metamorfosis de Kafka parece ridícula si la comparamos con la que ha experimentado el Conil, que ahora goza de un amplio colchón de puntos para encarar los complicados duelos ante Algeciras o Sanluqueño que se avecinan.
Kiko Prieto explica algunas de las claves de este cambio radical que ha experimentado el equipo. "Hay que tener en cuenta muchos factores. El primero y más importante es que la gran mayoría de los jugadores de la plantilla venían de jugar en categorías inferiores muy diferentes a la Tercera y la aclimatación es complicada. Además, el equipo ha tenido que ir buscando su equilibrio después de los refuerzos que han ido llegando y eso requería muchos entrenamientos y partidos", explica el técnico conileño, que apuntaba que "nuestra planificación iba encaminada a estar al cien por cien en esta etapa de la temporada, en la que nos medíamos a rivales directos... y mira cómo nos ha salido, 15 puntos de 21 posibles. Mucha culpa de ello la tienen Manolo Ríos (preparador físico) y Omar (recuperador), que están haciendo un trabajo impecable con los jugadores".
Kiko Prieto destacaba y agradecía "la confianza y la paciencia que la directiva ha tenido con nosotros cuando hace sólo siete jornadas viajábamos a Ceuta con seis puntos y últimos en la clasificación. Cosas como esta hacen que nos sintamos respaldados y con más autoestima a la hora de entrenar y encarar los partidos".
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