El gran día de Zinedine Zidane como técnico llega con el salto al primer equipo del Real Madrid como sustituto de Rafa Benítez, un movimiento que ha devuelto la ilusión al madridismo y que tendrá como primera prueba al equipo revelación de la Liga, el Deportivo, que ha pasado de salvarse en la última jornada del pasado curso a luchar por Europa.

"Voy a tratar de seguir mi juego como entrenador". La promesa del fútbol ofensivo y de espectáculo de Zidane, añadida a su figura respetada y querida por la afición blanca, ha devuelto de golpe la ilusión a la afición del Real Madrid. El estadio Santiago Bernabéu volverá a llenarse para el arranque de un nuevo proyecto que cambia las ideas instaladas por Rafa Benítez para recuperar la confianza desde la posesión de balón. Después de desperdiciar dos ocasiones de acortar distancia con el Barcelona, tras los pinchazos del eterno enemigo que dieron paso a fallos del Real Madrid, el calendario juega a favor de un Zidane que tendrá tiempo, con un partido a la semana, de mejorar a sus futbolistas e instalarse en una dinámica de resultados positivos sin cruzarse con ningún rival grande de la competición.

Sin Copa del Rey y a la espera del regreso de la Liga de Campeones, el galo tiene que tomar sus primeras decisiones en Liga, con la presencia de Bale, Benzema y Ronaldo asegurada desde su primera comparecencia y apostando por estar cerca de los jugadores para que entiendan decisiones complicadas. Todo indica que las primeras perjudican a Varane y James Rodríguez. Con Isco desaparecido de los alineaciones titulares de Benítez y sin un solo minuto en los tres últimos encuentros, el primer objetivo de Zidane es recuperarlo y se perfila como novedad en el once inicial. De la primera convocatoria del nuevo entrenador desaparecen Nacho Fernández, Arbeloa y Cheryshev.

Arranca la era Zidane ante uno de los conjuntos frente al que firmó uno de sus tantos más bonitos. Bailó sobre el balón con dos recortes en un palmo, el segundo pisando el esférico, antes de marcar con un soberbio latigazo. El Bernabéu vuelve a ilusionarse. Se acabaron los silbidos para el técnico.

Pero el Deportivo no quiere ser un invitado a la fiesta de Zidane. Con el aval de su empate en el Camp Nou ante el Barcelona, está dispuesto a amargar el debut del técnico y reponerse de la derrota que encajó el domingo pasado ante el Villarreal (1-2), que rompió una serie de ocho partidos sin perder en Liga. Víctor Sánchez, preparador blanquiazul y ex jugador merengue, podría repetir alineación por tercera jornada consecutiva, con Lucas Pérez como referencia ofensiva. El coruñés, máximo goleador del equipo con 12 tantos, es la principal amenaza deportivista, aunque no ha visto puerta en los dos últimos partidos después de haberlo hecho en los siete anteriores.