El Conil sufrió un serio y duro revés en su estreno de la temporada en el Pérez Ureba, al caer contra un Gerena que ha tenido que superar graves problemas todo el verano para competir y que empezó a entrenar el pasado lunes. Así y todo, el oficio de los jugadores del equipo sevillano pudo con la ansiedad de los locales, que merecieron mejor suerte pero no supieron ni inclinar la balanza a su favor ni sobreponerse a la adversidad cuando se encontraron con el marcador en contra.

Como era previsible a tenor de las circunstancias de uno y otro contendiente, el cuadro amarillo llevó la iniciativa desde el principio, con un dominio total y absoluto sobre todo en la primera media hora de partido.

En estos minutos, los de casa pudieron marcar especialmente en una doble ocasión de Cornejo en la que Fermín respondió con solvencia al repeler el remate antes de que el segundo se marchara fuera.

Los sevillanos, por su parte, se limitaron a soportar el vendaval y a intentar sin acierto sorprender en alguna salida. No había fuelle ni para eso, también porque se presentaron con lo justo: 11 futbolistas en el campo y dos en el banquillo.

La ansiedad de los jandeños hasta el descanso tuvo continuación después, en un segundo tiempo auténticamente rocambolesco.

Cada vez más mermados físicamente, los foráneos optaron por dejar correr el reloj, perder tiempo en ocasiones con excesivo descaro. Cualquier cosa valía para que dar por bueno el 0-0.

El Conil, obviamente, no se conformaba y buscaba la portería contraria, volcado, casi a la desesperada. El acoso y derribo, no obstate, sólo servía para convertir e Fermín en el gran héroe de la tarde.

Así, ya en la recta final, con el Conil a tumba abierta, el Gerena aprovechó una contra para asestar un mazazo y un córner en el que Fran subió para sentenciar.