El Sanluqueño puso ayer los pies en la tierra al Xerez, que hasta el momento contaba por empates sus enfrentamientos ligueros. Recibió un soberano bofetón por parte de un cuadro verdiblanco que sin ser infinitamente superior sí que utilizó mejor sus armas y se llevó los tres puntos de forma merecida gracias a su orden, su seriedad y a Güiza, que marcó las diferencias casi sin necesidad de aparecer durante los casi 70 minutos que jugó. El delantero jerezano marcó un gol de los que él no falla. Dio el pase del segundo a Heredia, otro ex xerecista, y brindó a la grada un taconazo a Chirri, también ex azulino, que sirvió para dejar constancia que eso de la calidad y la clase son innatas.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios