Falta pegada, sobran sensaciones

Los pupilos de Javi Gracia le plantan algo más que cara al Osasuna de Camacho en una segunda parte muy completa · Rubiato y Rubén tratan de disimular las notables ausencias de Tristán, Toedtli y Arriaga

Falta pegada, sobran sensaciones
Jose M. Vilches / San Fernando

29 de julio 2009 - 05:02

Sin Tristán, sin Toedtli y sin Arriaga. Con Rubiato, ex transferible considerado como cuarto delantero, y con Rubén Pérez, un punta fichado del Mirandés para el filial. El Cádiz le plantó ayer en Bahía Sur algo más que cara al Osasuna de José Antonio Camacho, un equipo de Primera División que se dedicó más que nada a cubrirse la espalda y a tratar de aprovechar las jugadas a la contra y la estrategia, de la que logró sacar partido en su único gol.

Hubo dos tiempos bien diferenciados, sobre todo para los espectadores, pero fue en el segundo cuando los amarillos plantaron más que cara. Por partes... Al descanso se marchó el Osasuna con una mínima ventaja en el marcador. El conjunto rojillo puso el peligro puntual en los primeros cuarenta y cinco minutos, pese a que los pupilos de Javi Gracia fueron quienes dieron más trato al balón. El campeón de Segunda B no se arrugó y pese a que no lo tenía tan fácil como el pasado sábado en el Municipal de Chiclana, siempre mostraba su personalidad sobre el césped de Bahía Sur. El once inicial del navarro estuvo conformado por Dani en la portería, Cristian, Mansilla, Dani Fragoso, Raúl López, Juanito, Abraham, Enrique, Carlos Caballero, Fran Cortés y Rubén Pérez.

En lo colectivo se volvió a apreciar que las ideas están claras y que, juegue el que juegue, el esférico no se va a sentir maltratado. Hay personalidad. En lo individual, también se vieron en San Fernando las primeras pinceladas de la sociedad formada por Cristian y Enrique. El catalán y el extremeño, sobre todo el catalán, fueron de lo más activo del Cádiz en la primera mitad. De las botas de ambos salieron las jugadas de peligro, siempre por la banda derecha. Por la izquierda, mientras, apenas hubo pisadas. Fran Cortés no encontró huecos y sólo hizo ruido cuando se dejó caer al medio campo, donde a las primeras de cambio recibió el regalito de Sergio, que vio la primera cartulina amarilla del partido. La segunda la vería Enrique, también por una fea entrada.

Mansilla solía ganarle la partido a Masoud, que apenas cubría su banda izquierda y facilitaba las subidas de Cristian, pero se iba mostrando como el jugador más desenvuelto de los dos equipos. Otra de las buenas noticias en la defensa llegó con la reaparición de Raúl López. El jerezano cumplió en defensa pero apenas tuvo fuerzas para verle de cerca la espalda a Fran Cortés.

Cuando el partido era un toma y daca se adelantó el Osasuna. Fue a través de una falta lanzada desde la izquierda por Dady y rematada de cabeza a la perfección por Masoud, el jugador más atrevido de la primera mitad. Camacho sonrió tras una jugada de estrategia que estuvo muy bien ejecutada.

Tras el descanso, Gracia dejó en el campo a Abraham tras no sentirse apto para jugar Andrés Fleurquin por unos problemas físicos. El resto del equipo lo conformaron Kiko Casilla, atento en todo momento; Cifuentes, un baluarte; De la Cuesta, que va dejando atrás la recuperación y promete; Álvaro Silva, autor del gol del empate, de cabeza, tras una indecisión del meta Roberto; Jaume, activo por toda la banda izquierda; Erice, un coloso en la medular, repartiendo juego raso y lo que no es raso; López Silva, muy atrevido; José Miguel Caballero, mejor que Carlos; Velasco, de lo más destacado por segunda vez consecutiva... y Rubiato, el único delantero pero con las ganas de tres más.

El Cádiz, con las batutas de Abraham y Erice, empezó pronto a encerrar a su rival y a romper su defensa a base de pases interiores. De hecho, a los cinco minutos empataba tras una cantada de Roberto que aprovechó Silva de cabeza. Hubo jugadas de toque y toque. Fútbol de banda. Y el equipo de Camacho era un espectador más. Velasco era una pesadilla y se veía además acompañado en sus acometidas por Jaume, formándose otra interesante sociedad en las bandas. Casilla salvó un mano a mano con Juanfran y Rubiato, que lo intentó hasta de chilena, a punto estaba de marcar, pero el balón daba en Silva.

Faltó pegada... sobraron sensaciones.

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