La selección española femenina no pudo dar réplica a la de Inglaterra en el partido inaugural del Mundial de Irlanda, pues cayó por 56-5. La campeona del mundo no dio opción a las leonas en el UCD Bowl de Dublín, y aunque España puso toda la carne en el asador, las diferencias entre uno y otro plantel fueron más que evidentes.

El inicio de las inglesas fue espectacular. En menos de un minuto ya habían firmado el primer ensayo (un fallo de placaje permitió a Jones adelantar a las suyas), y la transformación de McLean puso el 7-0 en el marcador.

El XV de José Antonio Barrio acusó este mal comienzo, y ante un rival que no perdona, estuvo a punto de recibir el segundo ensayo en la siguiente jugada. No fue así, pero sí tras la melé que vino a continuación y que se llevaron las inglesas para sumar el segundo, esta vez por mediación de Wilson.

Este segundo ensayo pareció despertar a las leonas, que empezaron a jugar y, sobre todo, ajustaron la defensa, cerrando espacios. Pero las inglesas siguieron a lo suyo, sumaron otros dos ensayos y se colocaron 19-0.

España daba la cara, intentando olvidar los nefastos primeros minutos y poniendo toda su garra. Fruto de ello fue el contragolpe que permitió el ensayo de Gasso a falta de cuatro minutos para el descanso (24-5).

La segunda mitad se inició igual que la primera, si bien al combinado nacional le costó aún más sacarse de encima el dominio inglés. En la primera jugada en ataque de las locales, Scarratt firmó otro ensayo (29-5). La voracidad ofensiva de las campeonas del mundo no tenía límites.

Lo cierto es que sólo se jugaba en campo español, y las pupilas de Barrio eran incapaces de darse un respiro en defensa. Pronto cayeron otros tres ensayos, obra de Millar-Mills, Wilson y Matthews.

Las diferencias iban aumentando y no se veía a España dar el paso adelante que sí dio en el primer tiempo. Entre tanto, Cokayne se anotó un ensayo (51-5) y Thompson cerró la cuenta poco después.