Segunda derrota en tres jornadas para el Cádiz CF Mirandilla, después de caer este domingo por 3-0 en el campo del Águilas. El traspié no es la peor noticia porque la imagen y las sensaciones no permiten rasgar nada favorable del segundo equipo de la entidad. Camino equivocado para el filial, que lleva ya demasiadas temporadas coqueteando con el peligro cuando hay ganas de vivir una campaña plácida.

La versión más negativa del filial gaditano fue una dura realidad durante el primer acto. Un equipo sin alma que era superado de manera clara por un adversario experto, enchufado y con ganas de sentenciar el partido antes de alcanzar el ecuador. Le pasó por encima una y otra vez el Águilas al Cádiz CF Mirandilla como demuestra el papel, de nuevo, decisivo de Víctor Aznar.

Apenas se llevaban dos minutos de juego y era palpable que las cosas no estaban bien para los visitantes; la traducción de esto fue una colada de Bravo cuyo centro se paseó por el área de penalti con un peligro inminente pero sin rematador. Con el escenario de que el cuadro murciano mandaba y el gaditano aguantaba en pie con pocos argumentos, llegó el 1-0. Fue Aitor Pons el que llevó toda la desesperación al portero del Cádiz CF Mirandilla, que veía como se acababa su portería cero en un abrir y cerrar de ojos.

El conjunto de Alberto Cifuentes estaba fuera de sitio y la prueba era que en el 14' otra vez Aznar apareció para salvar el 2-0 ante un remate de Bravo. El ciclón Águilas seguía ganando terreno en el césped y en la cabeza de su enemigo con un lanzamiento de falta que Aznar mandó a córner. El saque del mismo lo ganó Tropi con un testarazo que se marchó fuera. La 'película' llevaba más de 20 minutos y los 'yogurines' estaban perdidos en los 'anuncios' previos.

La debacle del filial cadista estaba escrita en el guión más doloroso porque no había atisbos de nada distinto. La prueba de ello era que por enésima vez Víctor Aznar se hizo grande para abortar un mano a mano del que gozó Brazo, que este domingo pudo salir pichichi del grupo 4 de Segunda Federación. Como todo apuntaba al peor desenlace de los de Cifuentes, así fue como cayó el segundo gol. Fue Tropi el que puso el pie a prueba para 'reventar' a Aznar con su lanzamiento.

Un Cádiz CF Mirandilla en la UCI, deportivamente hablando, y un Águilas que quería más por banda, por el centro y por cualquier lugar ante un rival con la toalla en el verde. Así fue como, en el minuto 40, Isi Ros hizo soñar con el tercero, que aún tuvo más cerca el ex cadista Góngora en el descuento al enviar el balón al poste. Era el epílogo a un primer periodo de color local.

El regreso al terreno de juego tras el intermedio trajo de la mano lo esperado; el banquillo del filial cadista se movió para mandar a la ducha a Franco y Curro para que ingresaran al once Chikola y Moussa. La idea era buscar consistencia y balón en la zona ancha, así como alguna verticalidad para saber si el portero local era moreno o rubio.

No había dado tiempo para comprobar alguna reacción cuando Mario Abenza puso a prueba a Víctor Aznar, al que se le acumulaba el trabajo de manera preocupante. Esta vez de nuevo sacó a pasear su versión brillante. Una acción para la esperanza la firmó Chikola con un centro intencionado que se envenenó y casi acabó dentro. La cuestión era si se trataba de un espejismo o del inicio de algo...

Como el marcador seguía marcando un empinado 2-0, Cifuentes retiró a un delantero para dar entrada a otro, Pablo Ortiz por Kensly. Cada cual entiende la apuesta ofensiva de manera diferente. Lo que seguía igual era el peligro del Águilas, esta vez a cargo del ex del San Fernando Francis Ferrón, que se topó con el poste y no pudo celebrar el tercero. El arreón murciano era, por momentos, aterrador, porque el siguiente ataque dio lugar a una triple ocasión a cargo de Isi Ros, Bravo y Athuman. A falta de 15 minutos para la conclusión, sólo un milagro deportivo podía cambiar la decoración para el Cádiz CF Mirandilla.

Y como el conjunto murciano olía la sangre y seguía mostrando sus colmillos, el hambre de un veterano como Ferrón puso rúbrica al 3-0. Isi Ros se metió entre pecho y espalda un jugadón que el atacante resolvió como sólo él sabe. El marcador subía los colores al rostro de los cadistas en el campo de un recién ascendido.

"La hora, árbitro, la hora", que pensaría más de un jugador visitante cuando en el 85' Góngora y en el 93' Ferrón vieron pasar cerca el 4-0 para tratar de elevar la victoria a goleada. El pitido final era la noticia que esperaba un Cádiz CF Mirandilla que muy pronto entra en las peores sensaciones por encima de perder un partido. El próximo sábado, a las cinco y media, el filial recibirá en El Rosal al Manchego Ciudad Real.