Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Marc Márquez comienzan este fin de semana su sprint final en la pelea por el título de MotoGP, con la disputa del Gran Premio de Indianápolis en el circuito Brickyard. El italiano lidera la clasificación con 13 puntos de ventaja respecto a Lorenzo, quien acumula más victorias en lo que va de año (cuatro).

La veteranía de Rossi debiera ser un grado frente a los más jóvenes Lorenzo y Márquez, aunque ninguno de los dos parece que se lo vaya a poner fácil al italiano, quien deberá emplearse a fondo si no quiere ceder el liderato frente a sus rivales, sobre todo el vigente campeón.

Los problemas técnicos que sufrió Márquez en el inicio de temporada con su Honda empezaron a desaparecer en la carrera de Sachsenring (Alemania), la cual ganó, y parecieron quedarán en gran medida solucionados en los posteriores entrenamientos que realizó su equipo. Por ello, Indianápolis debe ser la confirmación de que los problemas de rendimiento de la Honda han quedado en el olvido. Un triunfo sería la mejor manera de comprobarlo, pues lo acercaría aún más a sus rivales y animaría la pelea por el campeonato.

La regularidad de Rossi debe ser su mejor arma, ya que el nueve veces campeón del mundo tiene como peores resultados cuatro terceras posiciones, o lo que es lo mismo: no se ha bajado del podio en lo que va de 2015. Así que los españoles deberán emplearse a fondo si quieren superarlo.

No se puede olvidar en esta pelea a los pilotos de Ducati, Andrea Dovizioso y Andrea Iannone, si bien la tercera plaza del segundo de ellos en el campeonato parece más fruto de la regularidad exhibida por él que del potencial de las Desmosedici frente a las Yamaha y las Honda.

Indianápolis será también un gran premio de novedades, con el regreso de Toni Elías para suplir la baja por lesión de Karel Abraham. Además, Stefan Bradl se incorpora al equipo oficial de Aprilia después de que el máximo propietario de su formación en la actual temporada, Giovanni Cuzari, fuera detenido en Suiza y sus equipos pararan su actividad. Así, al campeón del mundo de Moto2 en 2011 le tocó mover ficha y, tras conseguir la rescisión de su contrato de mutuo acuerdo, buscó un nuevo equipo para no acabar en el dique seco.