El Chiclana visita este domingo a partir de las 12:00 horas al Atlético Espeleño, en la octava y última jornada del Grupo 1 de la Fase de Ascenso a Tercera, con el objetivo de certificar su regreso a categoría nacional, un reto para el que depende de sí mismo.

El equipo blanco llega al partido más importante de la temporada con todo a favor para dar el ansiado salto. Segundo clasificado con 46 puntos, sólo por detrás del ya ascendido Cartaya (48), supera en un punto al Tomares, tercero, que juega a la misma hora en Montilla y que es el único rival que puede arrebatarle la plaza vacante para subir. Ni Espeleño ni Montilla se juegan absolutamente nada.

Los pupilos de José María Román, por lo tanto, ascenderán sí o sí en el supuesto de conseguir la victoria, y podrían hacerlo incluso con el empate y hasta con la derrota, dependiendo del resultado que se registre en el Montilla-Tomares. Así, si el Chiclana empata necesitaría que el Tomares empatara o perdiera, mientras que si el Chiclana pierde, obligatoriamente precisaría una derrota del Tomares, ya que en caso de que acaben empatados a puntos los sevillanos quedarían por delante por el goal-average general. En el particular marchan igualados, después de que sus enfrentamientos se saldaran con 2-0 y 2-0.

En cualquier caso, los chiclaneros no piensan en otra cosa que no sea el triunfo. Lo excepcional de la jornada, la definitiva oportunidad, justifica que la expedición pusiera rumbo a Espiel este sábado en autobús para hacer noche en la localidad cordobesa. El descanso de los jugadores se antoja primordial.

⚽️DIVISIÓN DE HONOR. FASE FINAL DE ASCENSO⚽️#Jornada8Rumbo a Espiel. Más ilusión no cabe en el autobús. 🔴⚪️CHICLANA C.F.⚪️🔴#ChiclanaCF #Chiclana #DivisiónDeHonor #EspeleñoChiclana#GanarParaSoñar #chiclanatracatra pic.twitter.com/tNgTPl1NxO

— Chiclana C.F. (@Chiclana_CF) May 15, 2021

También suma el momento de forma, la trayectoria de las últimas semanas. En este sentido, cabe recordar que, tras dos primeros tercios de la Liga regular con demasiados altibajos, el Chiclana metió la directa en el tramo final para asegurar su presencia como aspirante al ascenso en la segunda fase. Y una vez en ésta, mantuvo la misma buena tónica, hasta tal punto que, de hecho, es el único conjunto que no conoce la derrota.

Esa confianza creciente se puso de manifiesto, por ejemplo, en el último partido como local, en el Municipal, cuando el colista Viso sorprendió al adelantarse pero los blancos mostraron seguridad para remontar y mantener intactas unas opciones que, ahora sí, le sitúan a un paso de ver cumplido el sueño del ascenso.