El piloto de Mercedes Lewis Hamilton reforzó su liderato en el Mundial -que no se reanudará hasta el último fin de semana de agosto en Bélgica- tras ganar en Hockenheim, donde su compañero de equipo Nico Rosberg, que falló en la salida, no pasó de un cuarto puesto que lo deja a 19 puntos de su antagonista.

El inglés prolongó su racha de seis victorias en los últimos siete Grandes Premios, confirmando la vuelta a la tortilla en la competición. Tras ir 43 puntos por detrás de Nico después de las cuatro primeras carreras del año, tomó el liderato hace una semana en Hungría y lo consolida con este triunfo en casa ajena.

Hamilton, que salía segundo, superó en la recta de salida a Rosberg, rebasado asimismo por Max Verstappen y Daniel Ricciardo (Red Bull). En ese momento, el alemán comenzó a hacerse el harakiri en una carrera en la que todos fueron a tres paradas, con predominio del compuesto superblando, combinado de forma preceptiva con el blando, menos usado.

Si la salida del líder del Mundial fue buena, de espectacular hay que tildar la de Verstappen, que rebasó por el exterior de la primera curva a su compañero Ricciardo, cuya estrategia acabó funcionando mejor y lo llevó al segundo puesto de un podio que festejó bebiendo champán desde la bota de la que previamente se había despojado.

Para colmo de males, tras su segunda parada, al haber perdido plaza respecto a Verstappen, que había entrado en boxes un giro después, Rosberg superó al holandés en la horquilla. Pero lo hizo de forma antirreglamentaria, sacándolo casi de pista. Motivo por el que fue sancionado con cinco segundos, que cumplió en la tercera entrada en los garajes, en la que se despidió incluso de soñar siquiera con el podio. Nico se disparó en un pie.

Por detrás, Ferrari confirmó su mal momento perdiendo el segundo lugar en el Mundial de constructores. Sebastian Vettel se tuvo que conformar, cerca de su Heppenheim natal, con ser quinto, por delante de su compañero Kimi Raikkonen.

Fernando Alonso (McLaren-Honda) no reforzó su condición de piloto en activo con más victorias en el circuito. En espera de ver si en 2017 McLaren da definitivamente el salto cualitativo que le haga recobrar las ansias de luchar por un tercer título, el asturiano continúa luchando por entrar en los puntos: rodó casi siempre entre los diez primeros, pero cedió la décima plaza, a falta de un par de vueltas, a Sergio Pérez (Force India). Y en el último giro, la undécima a Esteban Gutiérrez (Haas).

Carlos Sainz, por su parte, sólo pudo ser decimocuarto. Al madrileño le vendrá bien cargar pilas en estas pequeñas vacaciones tras observar cómo su Toro Rosso va cada vez a peor.

El que quizás no las necesite tras su racha, pero sin duda las cogerá con un buen sabor de boca, es Lewis Hamilton. Por segunda carrera consecutiva, a pesar de que Rosberg fuera quien saliera desde la pole, Hamilton dio un duro golpe psicológico el domingo. Esta vez, con el añadido de hacerlo en Alemania, con Rosberg corriendo en casa. El inglés podrá soñar durante este parón con su póquer: el de títulos.