Ni que decir tiene que el Cádiz ha depositado los cinco sentidos en el partido del domingo contra el Sevilla Atlético en particular y en la salvación en general. Pero también se están produciendo movimientos pensando en que el equipo va a mantener la categoría y que la próxima campaña estará en Segunda A nuevamente. Concretamente, son gestiones que atañen al inquilino del banquillo, algo que preocupa sobremanera porque desde que el equipo descendió a Primera no se ha conseguido un periodo de regularidad, exceptuando alguna buena racha puntual.

El Cádiz maneja en estos momentos dos opciones para hacerse cargo del equipo, siempre que se eluda el descenso. Los dos candidatos son Víctor Espárrago y Lucas Alcaraz, nombres que no sorprenderán a nadie porque, indisimuladamente, la entidad amarilla ha contactado con ellos en varias ocasiones en los últimos tiempos. La duda radica en saber cuál de los dos tiene más posibilidades de conseguir el puesto, algo que en este momento sólo sabe Antonio Muñoz, aunque tanto uno como otro cree partir con algo de ventaja con respecto a su competidor.

El desarrollo de los acontecimientos en el transcurso de la temporada ha hecho que el presidente amarillo haya ido sopesando diferentes posibilidades. Esperaba que el equipo amarraría la permanencia en un plácido final de campaña con Antonio Calderón como técnico, para después entregar el proyecto de la temporada 2008-09 a Víctor Espárrago, con quien se habló incluso antes del partido de Jerez. Sin embargo, el equipo entró en barrena y todo se precipitó. Muñoz quiso recurrir al uruguayo para las últimas diez jornadas, pero éste respondió que le era imposible hacerse cargo del equipo de una forma inmediata por unas cuestiones burocráticas. De todas formas, ambas partes quedaron emplazadas para seguir hablando al final de la Liga, aunque ya todo lo pactado anteriormente dejaba de tener valor porque podía llegar un entrenador para relevar a Calderón que continuara durante más tiempo.

A Raúl Procopio tampoco le salieron bien las cosas y ahora es Julián Rubio quien comanda la nave. Puede tener alguna posibilidad de seguir, pero es un hecho clarificador sobre los planes del club que en el momento de su fichaje ni siquiera se tratara extraoficialmente la opción de continuar más allá del 30 de junio. Por lo tanto, el puesto puede seguir vacante y Espárrago continúa muy bien colocado. Eso sí, puede haber perdido algún punto hace muy pocos días, ya que Muñoz volvió a ponerse en contacto con él la semana pasada para que se hiciera cargo del equipo en las tres últimas jornadas, a lo que respondió negativamente por el escaso margen de tiempo para trabajar y porque no podía contar con Luis Soler como segundo, ya que en este momento está entrenando al Guaraní paraguayo. Además, antes del Cádiz-Nástic ya se había producido un contacto entre las partes en previsión de lo podía pasar.

El caso de Lucas Alcaraz es diferente. Se trata de un técnico que siempre ha gustado en el club amarillo y que se ha puesto definitivamente a tiro tras salir del Murcia. La reglamentación ha impedido que esta misma campaña se hiciera cargo de los amarillos, pero Muñoz ha estado informado en todo momento de su situación a través de los agentes del técnico, con quien guarda una buena relación. El granadino estuvo en el Carranza viendo el Cádiz-Nástic y también en La Rosaleda el pasado domingo. ¿Simple casualidad? ¿Lo hizo por ver fútbol, sin más? Sería una ingenuidad pensar que sí. Ha habido contactos recientes con él y sabe que cuenta con muchas posibilidades de entrenar a los amarillos la próxima campaña. "La cosa está entre él y otro entrenador", afirma una persona de su entorno más próximo. El otro es Espárrago, claro.

Muñoz intenta llevar el asunto con el sigilo que requiere, pero las apariciones públicas de Alcaraz allá donde juega el Cádiz no facilitan las cosas, precisamente. La pasada semana aseguraba Canal Sur Radio que había un acuerdo con el granadino para la próxima campaña, algo que fue tajantemente desmentido por el presidente amarillo. Con anterioridad también había negado que hubiera acuerdo alguno con Espárrago y es verdad que no había precontrato de por medio ni nada firmado, pero sí un pacto verbal que incluso incluía que el uruguayo viera partidos del Cádiz tanto de casa como de fuera en las últimas jornadas. Justo lo que está haciendo ahora Alcaraz.

En cuanto a las pretensiones de cada uno, hay que hacer constar que el ex entrenador del Murcia ya le ha hecho saber a Muñoz que para aceptar el cargo tiene que producirse una importante renovación de la plantilla. No está de acuerdo con el presidente cadista en que sólo serían necesarios unos retoques, un aspecto que puede ser decisivo en el transcurso de las negociaciones que se producirán cuando se haya confirmado la permanencia. En este apartado, Espárrago aún no se ha pronunciado.